El empresario Jorge Corcho Rodríguez admitió este martes conocer (aunque sin saber su nombre) al chofer de Roberto Baratta, el remisero arrepentido Oscar Centeno. Pero desmintió ante el juez federal Claudio Bonadio las afirmaciones de éste sobre supuestos pagos de dinero ilegal. En la misma jornada, se entregó Néstor Otero, el titular de la concesión de la terminal de ómnibus de Retiro, quien ya había sido indagado en esta causa. Otro que se presentó de forma espontánea es Sergio Taselli, empresario de Yacimientos Carboníferos Fiscales de Río Turbio, quien figura en los cuaderno de Centeno; quedó detenido.

Otero se presentó en la sede del Cuerpo de Policía Montada, en Cavia al 3300, luego de que esta mañana el juez federal Claudio Bonadio ordenara su detención en el marco de la causa de los cuadernos. El viernes el magistrado le había rechazado un pedido de eximición de prisión por lo que los rumores de su eventual detención se habían tornado incontenibles.

El empresario está acusado de haber pagado una coima a Nélson Lazarte –ex secretario de Baratta- el 3 de junio de 2015 en oficinas de la terminal de Retiro, según surge de los cuadernos de Centeno. Sin embargo, en su indagatoria Otero sostuvo que en esa fecha se encontraba en Paraguay por lo que no habría podido ser parte del intercambio que se le imputó.

En cuanto al “Chorcho” Rodríguez, llegó esta mañana a los tribunales federales de Comodoro Py acompañado por su abogado, Alejandro Novak, para realizar un descargo espontáneo después de enterarse por los medios que Centeno lo mencionaba como uno de los que entregaba bolsos con dinero presuntamente producto de coimas que recibía Baratta en el esquema de recaudación ilegal que se investiga en la causa de los cuadernos.

Centeno dijo en su declaración, gracias a la cual accedió al régimen de arrepentido, que había llevado a Baratta a un subsuelo propiedad de Rodríguez en la localidad bonaerense de Munro, acondicionado como para instalar un “boliche”. En él estaban guardados vehículos de alta gama y motocicletas, una de las pasiones del empresario. En ese lugar, siempre según el chofer, se efectuaban los pagos. Otros, en tanto, se concretaban en la vía pública, pero a esos no asistía el Corcho.

El empresario negó tales hechos, declaró durante unas dos horas y se retiró de los tribunales federales de Comodoro Py 2002 sin ningún tipo de restricciones a su libertad.

Rodríguez admitió conocer a Centeno y aportó un dato hasta ahora desconocido: el chofer de Baratta también lo era de Facundo De Vido, el hijo músico del ex ministro. “Dijo que lo vio varias veces pero no sabía cómo se llamaba. Aclaró todos los puntos”, revelaron allegados al empresario.

En cuanto a las fechas y circunstancias de los supuestos pagos, describió que Centeno habló de una visita a la productora “La Roca”, en Munro, en 2013. Pero según Rodríguez, las oficinas se instalaron allí un año más tarde. Sobre otro supuesto pago irregular, el Corcho demostró –mediante la presentación de su pasaporte- que en ese momento estaba en Estados Unidos.