Berlín, Alemania

Deutsche Bank solo pagará 7.200 millones de dólares en Estados Unidos por su papel durante la crisis de las subprime, pese a que la amenaza de una multa récord había suscitado una gran preocupación en el sector bancario y financiero mundial.

El primer banco alemán anunció en la noche del jueves que había concluido un acuerdo con el ministerio de Justicia estadounidense (DoJ) para el pago de una multa de 3.100 millones de dólares, a lo que se sumarán 4.100 millones de compensaciones a los clientes, según un comunicado.

Esta cantidad es bastante inferior a la inicialmente demandada por el DoJ, que reclamaba 14.000 millones de dólares a Deutsche Bank, acusado de haber vendido con pleno conocimiento de causa entre 2006 y 2008 créditos inmobiliarios tóxicos convertidos en productos financieros (MRBS).

Una multa de tales dimensiones habría creado una fuerte inquietud en el mundo de las finanzas. Además de su gigantesco tamaño, Deutsche Bank está presente mundialmente en todas las actividades financieras. Si se hundiera, las consecuencias para el sector serían de una magnitud inimaginable.

El FMI había estimado en verano que el banco alemán era «una gran fuente de riesgo».

La amenaza de una multa ha reavivado el temor sobre la solidez del sector bancario europeo y el miedo a una nueva crisis financiera como la engendrada en 2008 por Lehman Brothers.

El banco con sede en Fráncfort (oeste) había asegurado en septiembre «no tener intención» de pagar esa cantidad ni ninguna suma cercana.

Alivio

La AFP había sabido por una fuente cercana al expediente que la entidad estaba cerca de un acuerdo con las autoridades estadounidenses para pagar una suma mucho menor, de en torno a los 5.400 millones de dólares.

Si la entidad hubiera debido pagar 14.000 millones, habría reavivado el espectro de una ampliación de capital o de un rescate público del banco, que ya lidia con una rentabilidad en caída y una larga lista de litigios judiciales.

El Deutsche Bank había reservado 5.500 millones para afrontar sus problemas con la justicia.

Las acciones de la entidad cayeron a finales de septiembre a un mínimo histórico (9,90 euros) antes de recuperarse. El viernes hacia las 08H14 GMT, subieron un 3,86% hasta los 18,43 euros en la bolsa de Fráncfort, tras haber arrancado con un alza de más del 4%.

El acuerdo con el ministerio de Justicia estadounidense evitará sin duda a Deutsche Bank una ampliación de capital según George Boubouras, responsable de Contango Asset Management, citado por la agencia Bloomberg. «Se trata de un alivio para los inversores», subrayó.

Pero el banco, cuyo nombre aparece en unos 8.000 litigios en todo el mundo, está lejos de acabar con sus problemas judiciales.

La entidad ha precisado que esta multa se verá reflejada en su resultado del cuarto trimestre por unos 1.700 millones de dólares antes de impuestos, asegurando al mismo tiempo que la resolución del litigio no tendrá «una influencia sustancial» en su resultado en el conjunto de 2016. Los resultados provisionales del año serán publicados el 2 de febrero de 2017.

Más de 5.200 millones para Credit Suisse

Por su parte, el banco suizo Credit Suisse desembolsará 5.280 millones de dólares (4.930 millones euros) por litigios igualmente vinculados a la crisis de las hipotecas subprime, anunció la entidad el viernes.

Para cubrir estas compensaciones, el número dos de la banca suiza constituirá una provisión suplementaria de 2.000 millones de dólares, que se añadirán a las reservas ya previstas. Esta suma será contabilizada en el cuatro trimestre de 2016, precisó.

El banco británico Barclays tiene un proceso judicial abierto por su papel en la crisis de préstamos inmobiliarios tóxicos, según anunció el jueves el DoJ estadounidense. Se trata de un hecho bastante inusual, ya que la mayoría de sus rivales han aceptado llegar a acuerdos amistosos para evitar precisamente acciones de la justicia.

Cuatro grandes bancos estadounidenses, JPMorgan Chase, Citigroup, Morgan Stanley y Bank of America ya han aceptado pagar un total de 40.000 millones de dolares para cerrar la puerta a acciones legales en su contra relacionadas con la crisis de las subprime.