Los agentes de la AFI que realizaron el espionaje ilegal de propios y extraños durante el gobierno de Cambiemos detectaron que el vicejefe de Gobierno porteño y hoy candidato a diputado por la Provincia de Buenos Aires, Diego Santillli, estaba “millo”. Es una expresión vulgar que en ese submundo equivale a no tener forma de justificar su patrimonio real.

Santilli fue uno de los blancos preferidos del grupo de WhatsApp conocido como “Super Mario Bross”. Las nuevas revelaciones sobre cómo lo “caminaron”, qué le encontraron y de qué manera buscaron acaso extorsionarlo tienen un origen que los propios espías se explican entre sí: “El uno le bajó el pulgar”.

¿Por qué, sabiendo todo esto, Santilli no ejerce un rol más activo en la causa que está virtualmente paralizada desde que aterrizó en Comodoro Py y podría quedar pulverizada por un fallo de la Cámara Federal porteña?

Los espías desplegaron todo el manual. Seguimientos personales, fotos, investigaciones a los contactos (sobre todo gremiales, por el armado político) y cuestiones de la vida privada.

Cuando reunieron material suficiente, lo citaron a una reunión y durante cuatro horas le mostraron todo lo que tenían.

Audio del espía Melo, luego de una supuesta reunión con Santilli.

El espía Facundo Melo, uno de los integrantes del grupo de WhatsApp Súper Mario Bross, le envió a un interlocutor no identificado, a quien en todo momento llama “amigo”, un mensaje sobre ese encuentro con Santilli: “Quedé re anestesiado de esa reunión boludo, parece que me bajé de un cuatriciclo después de cuatro horas de andar. ¿Sabés que la cerramos esta?, ya está, está cerrado. Con todo lo que vio y escuchó ¿sabés cómo habrá quedado? Manijero a dos manos, mal. Más si pidió que le demos una mano. Así que la semana que viene, cuando vayamos, yo le voy a poner los puntos, mal. Le voy a decir adelante tuyo: mirá maestro, mirá mono, vos estás millo y esto está probado y vos estás explotado, así que acá hay que moverse rápido porque estás al horno. No me vengas de mendigo porque yo te voy a pedir equis y todo te va a parecer mucho. Y estás explotado, esto es así. Le voy a meter pressing”.

Otro audio de Melo, sobre las operaciones de inteligencia en el gremio de comercio.

¿Qué es lo que habían descubierto de Santilli? Las cuestiones de la vida privada de los personajes públicos merecen la misma privacidad que la de cualquier ignoto. No será Tiempo el medio que cometa esa infidencia que, ciertamente, no reviste más interés periodístico que exacerbar cierto morbo despreciable.

Santilli estaba en 2017 y 2018 comenzando a levantar su perfil político en un camino que hoy lo tiene como uno de los principales referentes de Cambiemos, Juntos por el Cambio, Juntos o como quiera que se llame la alianza opositora.

Uno de sus supuestos apoyos era el dirigente gremial mercantil Ramón Muerza, opositor a Armando Cavalieri. Un cóctel explosivo para que el “uno” bajara “el pulgar”. Porque según los espías,  Cavalieri era “la mano derecha del uno”.

Entonces, el objetivo era “cuidarlo a Cavalieri” y para eso había que buscar “la mugre de Muerza”.  Así detectaron supuestos contactos con Rafael Di Zeo, el jefe de la barra brava de Boca, y con lo que quedó de Hinchadas Unidas Argentinas, la coordinación de distintas parcialidades futboleras que intentó Marcelo Mallo antes de que también él quedara enredado en las redes del espionaje ilegal.

“Se pretende cuidarlo a Cavalieri, que es la mano derecha del uno. Tenemos que buscar qué estuvo haciendo (Muerza) con Rafa (Di Zeo), a ver en qué lo pueden vincular en una causa, y toda esta runfla que está operando en contra de Cavalieri”.

Pero Muerza no era solo Muerza. En los mensajes que intercambiaban los espías aparecen menciones a personajes del mundo judicial como el fiscal Guillermo Marijuan y el abogado Mauricio D’Alessandro, a quienes identifican como los que “operaron para Muerza”.

“Ahí están Marijuan, este Mauricio Alessandro (sic), que es de Tandil, que es un operador del rey del juego en la ciudad. (…) Todos estos son los que operaron para Muerza, tenemos que buscar el vínculo con los barras y la mugre de Muerza”.

El grupo Super Mario Bross fue creado por Alan Ruiz, un hombre que se jactaba de la protección y el favoritismo de la ex vicedirectora de la AFI, Silvia Majdalani.

Fue Ruiz quien, según parece desprenderse de los audios, dispuso la confección (rudimentaria, por cierto) de panfletos que acusaban a Santilli de “traidor”.

“Santilli traidor. Estás con los Moyano o estás con Mauricio. Con los dos no se puede”.

“Santilli socio de Moyano. La traición se paga”. “Santilli-Moyano. Una asociación ilícita que se queda con los impuestos de la gente”.

“Ya tengo las impresiones en un sobre. Mañana si podés llevame al domicilio. Yo diría dos domicilios –porque imprimí bastante–, donde se van a dejar. Así ya lo activamos eso”.

El vicejefe de Gobierno parecía preocupado por la situación y tenía premura para reunirse con Melo. Así se desprende de una captura de pantalla del celular del espía, que muestra un diálogo entre quien se presenta como “Lucas, secretario de Santilli” y el espía. Buscaba confirmar un encuentro y le insistía en que la hora fijada era las 3 de la tarde.

Pero Melo, que por entonces sentía que dominaba la situación, le cuenta a su “amigo” interlocutor que está molesto con el apuro de Santilli: “Me hizo recontracalentar, se piensa que tengo que llegar a las 3 en punto. Ahora le voy a llegar 3 y cuarto, 3 y 20, vas a ver cómo me va a llamar por teléfono. Veinte veces me llamaron entre ayer y hoy. Y encima le voy a decir ‘mirá que yo me manejo con vos, no me manejo con ningún secretario’”.

En esa reunión, cuya fecha es imprecisa, Melo –según se desprende del expediente– le advirtió a Santilli: “Yo no quiero que me des una respuesta de nada, no me interesa tu vida. Vos me decís ‘Facu, me va o no me va’. ¿Me va?, cumplimos. ¿No me va?, nos damos la mano. (…) Voy a ir así, de una, porque aparte el chabón da, es atorrante. Le voy a decir ‘no necesito que me des respuesta, pero es así, la tenés toda, la tenés toda, ¿arrancamos o no arrancamos?”.

“Andá armándolo Leo (Leandro Araque, otro espía), porque el lunes lo llamo, si no llama él antes. Hoy compró como loco boludo, olvidate. Listo, cerramos el número y a otra cosa”.

Un engendro judicial para salvar a Macri

El pasado jueves, los legisladores del oficialismo porteño lograron aprobar una ley que permite apelar fallos de la Justicia nacional ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) local. Afirmaron que así «garantizan la autonomía de la Ciudad». Desde la oposición, sostuvieron que el objetivo es favorecer al expresidente Mauricio Macri en la causa Correo Argentino.

Con 38 votos a favor, de los bloques Vamos Juntos, UCR-Evolución, Partido Socialista y GEN, y 20 en contra, del Frente de Todos y la Izquierda, quedó sancionada una modificación a la Ley 402 de procedimientos ante el TSJ. Esto lo habilita a expedirse sobre fallos de juzgados nacionales que tengan sede en la Capital Federal.

En lo formal, el proyecto que llegó al recinto se titula «Modificación de la normativa vigente en materia de audiencias administrativas y judiciales». Sin embargo, incorporó «dos artículos tendientes a garantizar la autonomía de la Ciudad y avanzar en traspasar la Justicia nacional ordinaria».

La legisladora Lucía Cámpora (FdT) explicó que el debate sobre la transferencia de competencias de la Justicia nacional a la Ciudad «no puede resolverse en la Legislatura porteña sino en el Congreso Nacional». Y agregó: «Este proyecto tiene nombre y apellido: Mauricio Macri, que nos viene estafando hace más de 20 años y quiere ser juzgado en el TSJ porteño, donde puso a todos sus amigos».