En el final de una semana crítica para el Frente de Todos, Axel Kicillof tomó nota del resultado electoral de las PASO y se puso a trabajar en un paquete de medidas económicas que lanzará en los próximos días para intentar reactivar su gestión de cara a noviembre.

El mandatario dedicó la semana a analizar las razones por las que los bonaerenses le dieron la espalda al gobierno en las urnas en las que la boleta del FdT perdió frente a Juntos por 33 a 38. Tuvo reunión interna con su Gabinete y tres días de consultas con los intendentes peronistas del Conurbano y el interior. Solo encabezó un acto el viernes en Florencio Varela, donde anunció segunda dosis libre para mayores de 60 años y el inicio de la vacunación para los jóvenes de 17 sin comorbilidades. Evitó en esa actividad y también en las redes sociales hacer cualquier consideración política sobre la crisis en la Casa Rosada, pero ayer se sumó de manera virtual a la cumbre de Alberto Fernández con gobernadores que se realizó en La Rioja.

La ronda de reuniones con los jefes comunales de las siete secciones electorales donde gobierna el FdT le sirvieron al gobernador y a su equipo para conocer de primera mano la evaluación de cada intendente –tanto de los que triunfaron como de los que cayeron frente a Juntos– y recalcular la gestión de cara a la campaña por las elecciones generales.

La inflación y su impacto en el bolsillo, el desencanto con el gobierno, el agotamiento por la pandemia y la baja concurrencia –solo fue a votar el 68%, lo que significa 1,4 millón menos que en las PASO de 2019– fueron señaladas como las principales razones, pero también hubo reclamos hacia el ritmo de la gestión en materia de obra pública y de seguridad, por ejemplo. Y también hacia la estrategia electoral. En este punto, hubo un pedido al gobernador para que el plan de vacunación deje de estar en el centro de la campaña y también haya más bajadas al territorio del propio Kicillof junto con los candidatos.

Los intendentes de la tercera sección, la única donde el peronismo ganó, reclamaron más participación en el armado de la campaña y pidieron armar una suerte de «mesa política» de cara al 14 de noviembre. La idea es que haya uno o dos delegados por cada sección electoral que trabajen de cerca con ministros y funcionarios provinciales en materia electoral y territorial.

Con el objetivo de mostrar cambios en la gestión tras el mensaje de las urnas, Kicillof puso a trabajar a su «gabinete productivo» en una serie de medidas que anunciará en los próximos días para inyectar dinero en los sectores más golpeados y movilizar la economía antes de noviembre.

Según adelantaron fuentes oficiales, ese paquete incluirá nuevas líneas de crédito y programas de auxilio para comercios y pymes, como así también el refuerzo de medidas ya en marcha para impulsar el consumo, entre otros puntos. A este paquete se sumarían nuevas flexibilizaciones de actividades al aire libre, en el marco de la pandemia, tal como le solicitaron los intendentes del interior para el caso del fútbol o las fiestas populares.

El propio mandatario sigue de cerca los detalles de los anuncios en los que trabajan desde mitad de semana el jefe de Gabinete, Carlos Bianco; el ministro de la Producción, Augusto Costa; sus pares de Trabajo, Mara Ruiz Malec, y de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez; el titular de ARBA, Cristian Girard; y el presidente del BAPRO, Juan Cuattromo. De hecho, desde la Gobernación aclararon que Kicillof decidió no viajar ayer a La Rioja y participar por videoconferencia del encuentro porque estaba «trabajando en las definiciones de la nueva etapa» del gobierno.

Al día siguiente de la derrota, todos los ministros bonaerenses pusieron a disposición la renuncia. Pero, al menos por ahora, Kicillof no aceptó ninguna. En el Ejecutivo señalaron a Tiempo que «habrá movimientos, pero no ahora», e incluso admitieron que eso podría incluir modificaciones en el organigrama de ministerios actual. Esto podría implicar fusiones y eliminación de alguna cartera pero, repiten, no será en lo inmediato. Hay un cambio obligado que se dará en el Ministerio de Gobierno tras las elecciones por la vacante que dejará Teresa García. La titular de esa cartera va como segunda candidata a senadora provincial por la primera sección –con altas chances de ser electa– y volverá al Senado con el objetivo de conducir el bloque, como lo hizo hasta diciembre de 2019. García será una espada legislativa clave para el gobernador en la Cámara Alta. Es que, de repetirse el resultado de las PASO, pese a sumar algún escaño más, el oficialismo oficialismo seguirá en minoría frente a Juntos por el Cambio.