El canciller Felipe Solá aprovechó la reunión informativa virtual que mantuvo con la comisión de relaciones exteriores del Senado para ratificar la nueva posición del presidente Alberto Fernández respecto al Mercosur: salirse y desactivar los tratados de libre comercio que promovía, especialmente Brasil, con la India, Singapur y Corea del Sur y aguardar a que la pandemia termine de definir el escenario económico internacional y, en especial, el de América del Sur. El país cambia su rol respecto a esos intercambios, pero mantiene un paréntesis respecto a la Unión Europea.

“Encontramos un problema político: si había que priorizar la armonía dentro del Mercosur o las necesidades de cada país de acelerar convenios y sentimos que había que priorizar lo segundo”, dijo Solá. El tema no es una novedad para ninguno de los socios del acuerdo, porque luego de asumir Fernández pidió más tiempo para tomar definiciones.

Poco antes de la presencia de Solá ante el Senado, una alta fuente diplomática explicó la naturaleza de la argumentación política que los anteriores funcionarios de la cancillería, durante la gestión del expresidente Mauricio Macri, ahora critican con fuerza. En febrero Solá le pidió a su par brasileño, Ernesto Araujo, tiempo para tomar una decisión definitva sobre el acompañamento de las negociaciones de acuerdos de libre comercio.

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«Se lo pedimos porque no hay objeciones ideológicas, sino un desastre económico, una crisis de deuda, inflación y recesión que nos obligaba a ir más despacio y no estábamos en condiciones de firmar», detalló la fuente a Tiempo. El canciller brasileño estuvo de acuerdo, pero el ministro de Economía, Paulo Guedes, quiso acelerar los tiempos, según la lectura del Palacio San Martín. Cerca de Solá aseguran que con esta decisión «salvan la permanencia Argentina en el Mercosur».

Consideran que utilizaron un recurso diplomático legítimo: «Nos bajamos de esta negociación, sigan ustedes y después vemos», detalló el funcionario consultado. En la cancillería consideran que los acuerdos de libre comercio que impusan los demás países del Mercosur son «una locura» ante el escenario internacional que dejará la pandemia. Sus técnicos evalúan que los acuerdos eran desventajosos para la economía argentina, a partir del impacto de la pandemia y del escenario interno.

«Nos ponen como rupturistas de manera tramposa, estaos salvando el Mercosur de quienes buscan acuerdos bilaterales que nos perjudican. Los países que firman este tipo de acuerdos primero se hacen fuertes y luego salen a competir. Basta ver la situación de Chile para dimensionar las consecuencias perjudiciales de los tratados bilaterales de libre comercio de los que se jactan en Cambiemos», aseguró un funcionario diplomático para insistir la diferencia que mantiene con sus antecesores respecto a la política que debe tener Argentina en el Mercosur.

“Navegamos en un barco que tiene un rumbo, que es el de proteger la salud de los argentinos. Se eligió ese rumbo y los vientos que son favorables para ese rumbo nos sirven. Los otros vientos no nos sirven”, dijo Solá ante el Senado. Consideró que “lo que hicimos el 24 de abril fue un gran esfuerzo para que no se rompiera la armonía del Mercosur. Si no hubiera generado una cuestión diplomática muy áspera, y posiblemente un avance hacia la ruptura del Mercosur”, disparó.