El censo poblacional que se realiza cada 10 años, y que debió suspenderse en 2020 por la pandemia, se llevará a cabo a través de redes el 18 de marzo próximo y luego -de manera presencial- el 18 de mayo, precisó hoy el titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) Marco Lavagna.

Lavagna formuló este anuncio durante un acto celebrado en la Casa de Gobierno encabezada por el presidente Alberto Fernández, junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, y otros funcionarios del gobierno nacional.

“Debido a la pandemia debimos postergar el censo. A nadie se nos escapa que es el operativo estadístico más grande que tiene un país, sin embargo la pandemia nos dio la oportunidad de incorporar herramientas tecnológicas, para hacer más rápido y eficiente este trabajo”, dijo Lavagna.

En este marco, el funcionario destacó la realización a partir del 16 de marzo del I-Censo, en el cual la gente -de manera opcional- podrá empadronarse a través de la web, y responder las mismas 56 preguntas que se realizarán de manera presencial. Al hacerlo de manera anticipada, recibirá un código tras completar el formulario.

Luego, el miércoles 18 de mayo del próximo año, se realizará el Censo de manera presencial “con unos 600.000 agentes en todo el país”. Ese día no será laborable y tendrá las restricciones que operan en todo acto de ese tipo o elecciones.

Quienes se hayan registrado y completo el Censo le entregarán el código al censista, y los que no lo hicieron, deberán contestar las preguntas de manera directa.

Para lograr este operativo “habrá una capacitación 100 por ciento virtual, y nos va a permitir desarrollar uno de los campus virtuales más grandes de argentina”, dijo Lavagna, quien adelantó que pedirá colaboración al Ministerio de Educación para esta labor que se viene realizando desde 1947 en el país.

“Es un desafío muy grande”, dijo Lavagna y adelantó que también “vamos a utilizar otras estadísticas que maneja el Estado, como generar un registro a partir de los DNI”.

Sin embargo, dejó en claro que “regirá el secreto estadístico” por el cual los datos que brinden los censados no podrán ser observados por ningún funcionario.