El gobierno nacional no pudo evitar el impacto que produjo la decisión del Reino Unido de repetir ejercicios militares en las Islas Malvinas. La práctica de la fuerza ocupante del archipiélago no es una novedad, pero el golpe político es inevitable ya que el presidente Mauricio Macri y sus funcionarios hicieron enormes esfuerzos por mostrarse amigables con Inglaterra desde que el actual mandatario asumió. Ocurrió en el primer encuentro de Macri con el ex primer ministro David Cameron y siguió con la conocida declaración de “buenas intenciones” firmada por ambas cancillerías hace poco menos de un mes. Queda claro que los ingleses no piensan retroceder un milímetro de la posición que tienen hace décadas.

Ante este escenario, la canciller Susana Malcorra brindó una conferencia de prensa desde la Embajada Argentina en el Vaticano, donde se encuentra junto al presidente. La ministra expresó “pena” y “desazón” del gobierno por la realización de los ejercicios militares en Malvinas, que incluirán el lanzamiento de misiles. Dijo que el Ejecutivo seguirá trabajando para “construir la oportunidad del diálogo que elimine las presunciones de conflicto”.

Según la canciller, se trata de la “reiteración de una práctica sistemática que ha tenido el Reino Unido desde hace mucho tiempo de realizar ejercicios en la región en esta época del año por una cuestión climática”. Y aclaró que, si bien “no es algo nuevo, no le quita seriedad y gravedad” al tema.

El conflicto se conoció el viernes pasado, cuando el Servicio de Hidrografía Naval (SHN), dependiente del Ministerio de Defensa, informó que Reino Unido lanzará misiles desde las Islas Malvinas, en ejercicios militares que se extenderán del 19 al 28 de este mes. “Al enterarnos nos produjo pena que se continuara con esta práctica. Argentina ha hecho un compromiso claro en su propia Constitución de que la cuestión Malvinas se resolverá dentro del derecho internacional, lo cual nos quita cualquier posibilidad de hacer una práctica bélica”, reiteró Malcorra.

Y consideró que la decisión de continuar con estos ejercicios “conlleva la presunción de una hipótesis de conflicto que ha sido ampliamente superada a partir de la decisión de la Argentina”. “Hemos reaccionado de manera inmediata dentro de lo que establecen los manejos del derecho internacional a los que adherimos. Ahora analizaremos los pasos a seguir”, dijo la canciller.