Un juez de Comodoro Py desplazado de su puesto por haber firmado un fallo contrario a las aspiraciones del expresidente Mauricio Macri volverá desde hoy a ocupar su antiguo cargo. Se trata de Eduardo Farah, el camarista federal porteño que, después de firmar junto con su colega Jorge Ballestero la excarcelación de los empresarios Fabián de Sousa y Cristóbal López, fue sordamente compelido a buscar refugio en otros tribunales: primero un tribunal oral en lo Penal Económico de la Capital Federal y luego un Tribunal Oral penal de la localidad de San Martín. Su compañero de infortunio, Ballestero, se jubiló, después de varias intervenciones quirúrgicas por problemas cardíacos.

El gobierno publicó este lunes en el Boletín Oficial el Decreto 53/2021, mediante el cual dispuso el regreso de Farah a la Sala Segunda de la Cámara Federal porteña. El propio juez había pedido su retorno, después del fallo de la Corte Suprema que consideró que los camaristas Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia no debieron haber ocupado los cargos a los que accedieron por “traslados” durante el gobierno de Macri, pero igualmente avaló la continuidad de ambos. Un extraño galimatías que podría definirse como “ser y no ser al mismo tiempo”.

Los considerandos del decreto de reposición de Farah recuerdan que el camarista ganó el cargo por concurso. Entre sus fallos más estridentes figura la confirmación del procesamiento con prisión preventiva de la hoy vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la causa por la denuncia del difunto fiscal Alberto Nisman por el memorándum con Irán. Farah firmó ese fallo junto con su colega Martín Irurzun. Esa resolución incluyó al excanciller Héctor Timerman, quien no pudo continuar un tratamiento contra el cáncer en Estados Unidos y, finalmente, murió.  Farah también decretó la inconstitucionalidad del Memorando de Entendimiento entre la Argentina e Irán.

Pese a esas posturas, cuando dispuso las excarcelaciones de López y De Sousa, Macri estalló. En un reportaje televisivo explicó: “lo peor es que me digan que cambió la carátula, eso es lo que a todos nos enloqueció”. Y agregó: “no es lo que habíamos quedado”.

El decreto, que lleva las firmas del presidente, Alberto Fernández; del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y de la ministra de Justicia, Marcela Losardo, recuerda que el 3 de noviembre de 2020 la Corte descalificó los traslados como mecanismo permanente. Entonces, en otro escenario, Farah pidió volver a su antiguo puesto, y utilizó como argumento justamente el fallo del máximo tribunal. El Consejo de la Magistratura resolvió “propiciar hacer lugar al pedido formulado por el doctor Eduardo G. Farah a fin de que se disponga su reintegro a la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal” y finalmente, el gobierno accedió.

“Entendiendo que el propio magistrado solicitó su reintegro y teniendo en consideración la expresa manifestación del juez en torno a que no posee interés en participar de los concursos orientados a cubrir las vacantes para las que fuera trasladado, el Consejo de la Magistratura propició hacer lugar al reintegro del magistrado”, subrayó el decreto en sus considerandos.

La parte dispositiva de la norma deja sin efecto el traslado anterior de Farah y ordena su regreso al tribunal del que fue invitado a retirarse por un fallo que no le gustó al gobierno de Cambiemos.