La sesión especial que legisladores de la oposición de la Cámara de Diputados convocó para debatir el tarifazo del gobierno nacional fue complicada, enrevesada y hasta un tanto confusa que incluyó un final adelantado por falta de quórum. La alianza oficialista Cambiemos resistió todo lo que pudo el avance, bastante desorganizado, de la oposición para frenar el fuerte incremento de los servicios públicos. En rigor el macrismo impidió que se votara las iniciativas que estaban en danza pero también es cierto que no pudo evitar que el próximo martes el cuestionado ministro de Energía, Juan José Aranguren, se tenga que presentar ante cinco comisiones de la Cámara baja. Una reunión que será, a pesar de lo que argumente el oficialismo, una virtual interpelación.

Uno de los elementos que jugó a favor de los intereses del oficialismo, en lo que hace al resultado de la sesión fue, sin duda, la división persistente entre los bloques de la oposición. En rigor, ayer había dos pedidos de sesiones especiales. Una la encabezó el Frente para la Victoria y la otra, media hora más temprano, el Frente Renovador. Si bien el FPV decidió sumarse a la convocada por Sergio Massa, la reunión se inició sin un objetivo acordado. El FPV pretendía analizar o consensuar en el recinto una batería de 81 proyectos referidos al caso tarifario. El massismo, en tanto, buscaba aprobar una resolución con la que se convocara a Aranguren a una interpelación.

Esto fue lo que le permitió al presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, hacer jugar el reglamento a su favor. Tanto el proyecto de resolución massista, como los que había propuesto el FPV, debían contar con un dictamen de comisión para ser tratado sin más trámite en el recinto. Pero ante la carencia de este requisito Monzó les recordó que para habilitarlos debían obtener los dos tercios de los votos de los presentes. A esa altura, ya estaban sentados en sus bancas la casi totalidad de los legisladores del oficialismo. La oposición, que había conseguido un diputado más (el radical Juan Casañas) de los 129 que exige el reglamento para tener quórum, supo de inmediato que no llegaba a ese tan mentado dos tercio. La presión ejercida por el gobierno nacional sobre los gobernadores había logrado que diputados de Tucumán, Santiago del Estero, Misiones y Neuquén, entre otros, no se presentaran anulando las posibilidades de avanzar en el debate.

Los reclamos no se hicieron esperar ante el exceso de celo reglamentario demostrado por Monzó y se abalanzaron sobre su escritorio. Por un momento el macrista presidente de la Cámara casi pierde la compostura cuando invitó al diputado del FPV, Darío Martínez, resolver las diferencias en la calle. El legislador no cayó en la trampa y le respondió: “Antes dame la palabra y luego vemos lo de la calle”.

Ese caos pero también la ausencia de un criterio unánime de la oposición sobre cuál es la herramienta a la que se debe recurrir para frenar el tarifazo fue lo que le permitió al oficialismo sentir que salió un tanto indemne. Entre algunos bloques opositores, que incluye al FPV, existe la idea de que es viable un proyecto de ley para impedir el tarifazo. Para el massismo eso es invadir una esfera que es propia del Poder Ejecutivo y por eso hablan de proyecto de resolución que repudie el tarifazo y que invite al gobierno a realizar el ajuste de manera ordenada, racional y gradual. Los radicales acuerdan con esa mirada y ante la división de criterio entre los opositores fue que el jefe del bloque Cambiemos, Mario Negri (UCR-Córdoba) avanzó sobre ese argumento e incluso garantizó la presencia de Aranguren en un plenario de comisiones. Así evitó una interpelación que se debe realizar en el recinto de Diputados, a diferencia de lo que ocurrirá la próxima semana cuando el ministro llegue a uno de los salones de reuniones de la Cámara baja.

También es cierto que la próxima visita de Aranguren al Congreso está atada a las diferencias internas que vive Cambiemos. Por caso, la diputada Elisa Carrió reiteró sus críticas al tarifazo, consideró que el ministro debe dar explicaciones y, sobre todo, que el presidente “Macri lo tiene que resolver políticamente”.

Por ahora la agenda del ministro ya debe tener anotada la reunión del próximo martes a las 14 con algo más de cien diputados que integran las comisiones de Presupuesto, Energía, Obras Públicas y de Defensa de la Competencia.