La victoria de la competencia futbolística más importante del mundo no solo puede traer satisfacción personal y momentos de alegría en la sociedad, sino también efectos positivos en la economía. Según estudios recientes, el país ganador del Mundial de Fútbol podría experimentar beneficios de corto plazo que excedan el plano de lo deportivo y al cheque que recibirá el equipo, que en el caso de Qatar 2022, será de 42 millones de dólares.

Hasta el momento, se encuentran disponibles por lo menos tres documentos que abonan a esta idea, todos elaborados por economistas extranjeros. El primero responde a los profesionales David Sands y Natalie Malek: su investigación señala que, desde el Mundial de 1990 en Italia, los ganadores tuvieron en promedio un aumento de su Producto Bruto Interno (PBI) de un 1,6% por sobre lo estipulado normalmente.

Para los investigadores, esto “podría llevar a pensar que existe un efecto positivo de ganar el Mundial, ya sea mediante una mejora en el sentimiento o mejores perspectivas para el consumo”.

Una segunda aproximación a esta premisa, que aún carece de rigor científico, es una reciente investigación del economista Marco Mello, de la Universidad de Surrey. En su paper titulado “Un puntapié para el PBI: el efecto de ganar la Copa del Mundo” concluye que el país ganador experimenta un aumento del PBI de 0,25 puntos porcentuales en los dos trimestres posteriores a la victoria de la Selección. Así resulta de la tendencia común que encontró en seis países que lograron consagrarse campeones desde 1962 hasta hoy:

Brasil, Alemania, Italia, Francia, Inglaterra y España.

En el desagregado de explicaciones, resalta que los países incrementaron en promedio un 6,2% sus exportaciones durante el primer trimestre posterior a la hazaña. Así, el flujo de divisas mostró una leve mejoría, repercutiendo en la balanza comercial y de manera parcial en el nivel de actividad económica. Sin embargo, entiende que el resultado cortoplacista no afecta a la dinámica de la inversión al no ver “efectos estadísticos significativos”.

Aquí es donde cabe el tercer informe, en este caso realizado por los investigadores Juan Nicolau y Abhinav Sharma, de la Universidad de Virginia Tech. El documento está centrado en la variación de las acciones de las compañías turísticas que cotizan en Bolsa y residen en los países triunfantes. Por un lado, destaca que España como ganador del Mundial 2010, “mostró un efecto positivo en el turismo de su país”, pero no hubo variaciones en las acciones de las cadenas hoteleras y líneas aéreas durante la final o después del campeonato. Analizaron los mismos movimientos en seis compañías de Francia tras ganar en 1998; 4 de Italia (2006) y 5 de Alemania, en 2014. Como las cotizaciones no sufrieron variaciones abruptas, la conclusión de los especialistas fue que la actividad en los mercados no es determinante para corroborar si la economía del país ganador puede verse beneficiada.

¿Ganar un Mundial impacta en el PBI del país campeón?

Sin embargo, como la bibliografía no es suficiente, el interrogante sobre la existencia del vínculo entre el país ganador del Mundial y el crecimiento económico sigue vigente. En diálogo con este medio, especialistas nacionales también se expresaron al respecto.

El economista y periodista Sebastián Campanario escribió el libro La economía de lo insólito. Allí, destaca la mirada que obtuvo de analistas del banco HSBC: desde 1966, el índice bursátil conjunto de todos los países que ganaron alguna vez este evento, superó en un 9% al promedio general. Le cuenta a Tiempo que los estudios sobre “economía del Mundial” lograron ponerse de moda “hace tres Copas” y “todos los bancos de inversión sacaban su informe al respecto”, guiados por una lógica marketinera que buscaba ser citados. Aunque cree que el impacto económico puede darse, sería “de muy corto plazo y no significativo en términos de crecimiento económico.”

Para Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), “hay quienes sostienen que ganar tiene impacto positivo en el crecimiento de la economía”. Sin embargo no se inclina por sostener esa hipótesis. “Sí creo que puede haber algún efecto en materia de consumo en general, sobre todo la venta de televisores, indumentaria, tal vez los sectores gastronómicos”, opina. Además, “el clima festivo también podría generar algún efecto sobre mayor consumo, aunque no está comprobado”.

Tiempo también conversó con el director de EPyCA Consultores, Martín Kalos. El especialista supone que la pequeña posibilidad de crecimiento podría venir de la mano de una “sensación de bienestar general, mayor predisposición y productividad para emprender y trabajar.” Además, estima que ganar el Mundial “otorga una suerte de reputación internacional, al demostrar capacidad organizativa en la Selección”, lo cual “podría generar un plus en las exportaciones”.

Por último, resalta que “el aumento de la demanda de bienes o servicios directamente vinculados a la Selección de fútbol generaría algún tipo de impacto en el corto plazo.” «

El impacto que ya se siente

Según un informe del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), el consumo de bienes vinculados al Mundial aumentó un 20% respecto al mes previo al inicio de la competencia deportiva. En detalle, el relevamiento destaca que el sector de indumentaria, encabezado por camisetas y shorts de la selección argentina (tanto originales como réplicas), junto a las pelotas oficiales del certamen, lideran la nómina con una suba del 24,1 por ciento. 

Le siguen los productos de cotillón (globos, cornetas, pinturas faciales y guirnaldas) con un incremento del 22,4%, y en el tercer puesto se ubican los artículos para el hogar y electrónica (sillones, radios, celulares y smart tv), con un alza del 19,3%. De todos modos, en comparación a las compras registradas durante el mundial Rusia 2018, INDECOM resalta la caída de las ventas de productos electrónicos, como televisores y teléfonos celulares, con una significativa merma del 33,5%.

El estudio se realizó sobre un total de 186 comercios, 18 portales de venta online y 23 centros comerciales.