En enero, el Papa Francisco convocará a rezar por la «promoción de la paz en el mundo», pedirá que «que los cristianos, los que siguen otras religiones y las personas de buena voluntad promuevan la paz y la justicia en el mundo». En febrero, Jorge Bergoglio reclamará «escuchar los gritos de los migrantes» y animará «para que el clamor de los hermanos migrantes víctimas del tráfico criminal sea escuchado y considerado». En marzo, cuando se cumplan siete años de su elección, Francisco se enfocará en «los católicos en China» y llamará a rezar «para que la Iglesia en China persevere en la fidelidad al Evangelio y crezca en unidad».

Tras más de cincuenta años sin relaciones, el Vaticano y China firmaron en 2018 un acuerdo provisorio para la designación conjunta de obispos que busca normalizar la situación de la Iglesia en el país asiático y que llevó a que todos los sacerdotes en el gigante asiático queden en comunión con Roma y con Beijing.

En abril, pedirá por la «liberación de las adicciones» y llamará a oraciones «para que todas las personas bajo la influencia de las adicciones sean bien ayudadas y acompañadas».

En mayo, el tema serán «los diáconos» y se enfocará en su pedido para «que los diáconos, fieles al servicio de la Palabra y de los pobres, sean un signo vivificante para toda la Iglesia».

En junio, cuando probablemente se promulgue la nueva Constitución de la curia romana, Bergoglio pedirá por «el camino del corazón». «Recemos para que aquellos que sufren encuentren caminos de vida, dejándose tocar por el Corazón de Jesús», dedicará ese mes. En julio, pedirá para que «las familias actuales sean acompañadas con amor, respeto y consejo».

En agosto, la intención de oración universal se enfocará en «el mundo del mar». y convocará a orar «por todas las personas que trabajan y viven del mar, entre ellos los marineros, los pescadores y sus familias». Al mes siguiente, Francisco se enfocará en el «respeto de los recursos del planeta» y pedirá «que los recursos del planeta no sean saqueados, sino que se compartan de manera justa y respetuosa». En ese marco, en 2020 se cumplen cinco años de la publicación de la encíclica Laudato si’, la única que escribió Bergoglio hasta ahora, en la que el Papa instaló el concepto de «ecología integral» para reclamar un cuidado conjunto del hombre y de la denominada «casa común».

En octubre, pedirá por «la misión de los laicos en la Iglesia». En noviembre, la intención de oración universal se centrará en la inteligencia artificial. «Recemos para que el progreso de la robótica y de la inteligencia artificial esté siempre al servicio del ser humano», reclamará el Papa.

Ya en septiembre Bergoglio había reclamado que los avances tecnológicos se usaran para «disminuir las desigualdades económicas, educativas, tecnológicas, sociales, y culturales». Finalmente, terminará 20202 con reclamos de oración «para que nuestra relación personal con Jesucristo se alimente de la Palabra de Dios y de una vida de oración».

Las intenciones de oración de Francisco sirven de base, desde inicios de 2016, para la elaboración de los videos mensuales que el pontífice divulga a través de la plataforma YouTube, y que constituyeron su primer desembarco en las redes sociales masivas, a los que luego se sumó la cuenta de Instagram «Franciscus»,