Reunido en La Plata, el Partido Justicialista bonaerense resolvió este jueves convocar a un congreso partidario para el próximo 3 de septiembre en respaldo de la vicepresidenta Cristina Fernández, quien además será invitada a encabezar el encuentro.

La reunión fue encabezada por el diputado nacional y titular del PJ provincial, Máximo Kirchner, y se realizó en la sede del PJ platense, con el objetivo de hacer público el apoyo a la presidenta del Senado de la Nación ante el pedido de condena de 12 años de prisión y de inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos pedido por la fiscalía en la causa «Vialidad» por presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz.

Con la presencia de más de 70 consejeros y consejeras, el encuentro fijó la fecha para el Congreso partidario: será el sábado 3 de septiembre, en el distrito de Merlo. También se resolvió realizar plenarios y actividades en apoyo a la vicepresidenta.

«Los y las militantes se quieren expresar ante el avasallamiento de la justicia y un sector de la política y los medios hacia Cristina», manifestaron los consejeros en un comunicado emitido desde el partido.

Apoyo a Cristina

Durante el encuentro, Máximo Kirchner aseguró en torno a la situación judicial de la ex presidenta que «un día puede ser una persona, otro día otra persona. Las ideas económicas que ellos expresan necesitan de la supresión de aquellos que resisten políticas que excluyen a la mayoría del pueblo. No solo se trata si van o no por una persona sino lo que representan esas personas».

En cuanto al comportamiento de un sector del Poder Judicial, el dirigente planteó que «incluso, se animan a administrar el Estado» y amplió: «Parte de los problemas que tiene hoy la Argentina data de que, por ejemplo, un sector del poder judicial habilitaba importaciones por más de 1500 millones, 1800 millones de dólares. Entonces empiezan a ocupar ya no el lugar que tienen lógicamente en un sistema republicano como el nuestro, sino que administran el Estado, dicen qué se puede importar y qué no, y de esa forma causan perjuicio en las arcas».

Por último, Kirchner se refirió al poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras y aclaró por qué suma fija y paritarias van de la mano. «Cuando planteamos el tema de suma fija, primero salió una cuestión engañosa, porque no decimos suma fija o paritaria», dijo y recordó que en 2003, durante la presidencia de Néstor Kirchner cuando se dispusieron las negociaciones colectivas «también hubo suma fija a la par mientras las paritarias iban desarrollándose y se recuperaba la gimnasia».

El dirigente pidió discutir la probemática ya que «la baja en la desocupación, lamentablemente viene acompañada de bajos salarios». En este punto, graficó que «mientras el proceso de distribución estaba al final del gobierno de Cristina Kirchner en un 50% y 50%, hoy está en 60% para el capital y en un 40% para el trabajo».

«Se produce entonces un fenómeno que en algunos distritos del Conurbano tienen los restaurantes llenos en los lugares más pudientes, pero al mismo tiempo en sus barrios populares también tienen los comedores llenos. Entonces estas son las cuestiones que tenemos que discutir, no dejarnos engañar y estar atentos», cerró Kirchner.