El peronismo en todas sus variantes se prepara para un final de año muy movido, con un escenario de mucha discusión con el oficialismo de Cambiemos en cuestiones clave para el equilibrio de poder entre Nación y provincias. Tras el resultado del 22 de octubre, el gobierno de Mauricio Macri intentará hacer votar en velocidad –se descuenta que en sesiones extraordinarias, plena temporada veraniega– un paquete de leyes estratégico para definir sobre qué espaldas, y a cuenta de quién o quiénes, se aplicará el ajuste que impulsa la Casa Rosada. Son tres proyectos de ley que están asociados: el Presupuesto 2018, la Ley de Responsabilidad Fiscal y la prórroga del Impuesto al Cheque (con su coeficiente de reparto entre ANSES y gobiernos provinciales).

Todos los sectores identificados con el peronismo –los intendentes, los gobernadores, los sindicatos– ven con preocupación que el objetivo bastante explícito de Balcarce 50 es transferir el peso del ajuste a las provincias. Conscientes de lo que estará en juego, los gobernadores del PJ preparan una ronda de encuentros con economistas de todos los sectores internos del peronismo –desde Axel Kicillof a Marco Lavagna, incluyendo a Aldo Pignanelli y Roberto Feletti, por citar sólo algunos nombres– para analizar detalles, riesgos y peligros de cada uno de los tres proyectos que están bajo la lupa.

Según pudo saber Tiempo, la ronda de reuniones con economistas de la galaxia pan-peronista estará abierta a todos, sin excepciones: se menciona también a Silvia Batakis e incluso a Diego Bossio. El diagnóstico que predomina en el justicialismo es que la aprobación de los tres proyectos sin cambios profundos en los textos presentados por el macrismo implica un riesgo muy profundo para la gobernabilidad de las provincias. Una de las mayores preocupaciones de los gobernadores peronistas –pero también el socialismo de Santa Fe– es el intento de «armonizar» con el ANSES nacional (tecnicismo utilizado en la jerga oficial) las cajas de jubilaciones y pensiones transferidas a las provincias (ver página 8). El objetivo de la Casa Rosada, en ese punto, es disminuir o directamente congelar los giros de fondos específicos de la Nación que se envían a cada distrito para cubrir los déficits de la caja previsional local. 

El riesgo de ese proyecto –incluido en la Ley de Responsabilidad Fiscal– es que los jubilados y los pensionados de las provincias con caja de jubilaciones transferida vean reducidos sus ingresos (en algunos distritos rige el 82% móvil, establecido por la Carta Magna provincial). A todo esto debe sumarse la amenaza de un posible fallo de la Corte Suprema que reinstaure el Fondo de Reparación Histórica del Conurbano, que quitaría recursos al resto de las 23 provincias en beneficio de Buenos Aires. El escenario es inquietante para todas las facciones del peronismo, pero al mismo tiempo implica una oportunidad: la de empezar a avanzar hacia la reunificación partidaria desde el Congreso, y en defensa propia.

«La discusión del paquete de leyes de Presupuesto, Responsabilidad Fiscal y prórroga del Impuesto al Cheque será un detonador para la unidad legislativa del peronismo. Más allá de las diferencias políticas que pueda haber hoy, y también de la mirada sobre 2019, el avance sobre el federalismo que está plasmado en la Ley de Responsabilidad Fiscal, más el avance sobre la legislación laboral que busca debilitar a los sindicatos, va a producir una unificación –en la acción– del peronismo, tanto el provincial, como el sindical y el bonaerense–, aseguró Feletti, secretario de Hacienda del municipio de La Matanza, en diálogo con Tiempo. «Hoy no hay cumplimiento en la coparticipación. Es todo muy arbitrario, muy discrecional. La forma en que se coparticipan los recursos del Tesoro, los adelantos de ATN, la asignación de obras públicas. Si el peronismo se quiere rearmar políticamente, y de paso discutir un nuevo federalismo fiscal, esta discusión del presupuesto es clave”, se sumó el economista Arnaldo Bocco. 

Desde el Frente Renovador, la lectura es análoga a la de Feletti y Bocco, economistas ligados al peronismo territorial  y al kirchnerismo. “Seguramente será el tema de debate de fin de 2017 y de todo el 2018. La discusión de lo que se viene, respecto al reparto entre Nación y provincias, es que ha habido un retroceso de las provincias en los últimos 15 años en cuanto a sus recursos, en detrimento de lo que manejan Capital Federal y la provincia de Buenos Aires», resumió en diálogo con Tiempo el diputado massista Alejandro Grandinetti, periodista rosarino y licenciado en Relaciones Internacionales, muy allegado a Sergio Massa. Tanto el Frente Renovador como el PJ y el espacio ligado a CFK vaticinan una dura puja con la Casa Rosada por el reparto de los recursos y el peso del ajuste que se viene. Eso hará necesaria la coordinación legislativa de todo el peronismo. El escenario se completa con un actor, que intentará mantener su protagonismo en el Congreso que viene: el senador rionegrino Miguel Pichetto. «