Mientras sigue de cerca la curva de contagios en el Conurbano, Axel Kicillof prepara un «Plan Quinquenal» con el que busca reactivar la economía y el empleo una vez que dé vuelta la página de la pandemia. El proyecto incluye obras hidráulicas, en rutas, cloacas y agua potable, viviendas y cárceles por un monto de 800 mil millones de pesos.

El plan está a cargo del ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, Agustín Simone, quien comenzó a definir prioridades y el financiamiento cuando arrancó la gestión y ahora ya pasó a la etapa técnica. La inversión estimada es de 650 mil millones de pesos entre fondos provinciales, aportes nacionales y préstamos internacionales. Aunque, según aclararon desde el ministerio a Tiempo, la cifra llega a los 800 mil millones si se suman las obras en cárceles y escuelas que no están bajo su órbita.

Aunque todavía no tiene fecha de lanzamiento, Kicillof ya viene hablando del plan con los intendentes del Conurbano. Así lo hizo el jueves, en una reunión que mantuvo con cinco jefes comunales oficialistas para analizar centralmente los números de los contagios que, aún en un promedio alto, están estabilizados en el primer y segundo cordón del AMBA. Esa «meseta» alivia al Ejecutivo y le permite pensar en poner en marcha el ambicioso plan de infraestructura pública.

En el paquete hay obras de todo tipo; algunas vienen de gestiones anteriores y otras comenzarán de cero. Las rutas, los trabajos contra las inundaciones y la extensión del servicio de agua potable y cloacas forman parte de las prioridades. En materia vial, el primer paso es la reactivación de la segunda calzada de las rutas 11 y 56, en el Corredor del Atlántico. Los trabajos demandarán 1500 millones de parte de la provincia y casi 5 mil millones por parte de Nación.

En el Conurbano, el listado de obras viales es extenso. Entre las primeras está la ruta provincial 4 -Camino de Cintura-, cuya zona sur definen como la «más abandonada». Se financiará con un préstamo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) por 50 millones de dólares; sólo falta el decreto nacional. También está la ruta 36, que atraviesa La Plata, Berazategui y Florencio Varela, y que el gobierno quiere convertir en multicarril. En el listado aparecen también las rutas 14, entre Quilmes y Varela; la 49, entre Quilmes y Lomas de Zamora; la 58 en Esteban Echeverría, Ezeiza y San Vicente; la 21 en La Matanza, y la 205, entre Ezeiza y Cañuelas, por mencionar algunas.

En el interior, una obra que pidió reactivar especialmente Kicillof es la de la ruta 6 por el potencial productivo e industrial que tiene. El préstamo de 260 millones de dólares ya había sido gestionado por Cambiemos pero estaba sin usar. El objetivo es terminar toda la ruta, incluido el tramo planificado pero que nunca se concretó- que llega hasta La Plata. Hoy se está trabajando en los pliegos para licitar los trabajos lo antes posible.

En materia hidráulica, el plan incluye la continuidad de los trabajos en las cuencas del río Salado, el Luján y el Reconquista, que vienen de hace años y que buscan prevenir las inundaciones. Todos tienen préstamos internacionales del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la CAF, algunos venían con muy baja ejecución y otros fueron reactivados ahora.

El plan comprende también trabajos para mejorar la red de agua potable y cloacas, con obras complementarias a las de AySA. Está prevista una nueva planta potabilizadora en La Plata y otros trabajos en Bahía Blanca, con créditos internacionales que ya se firmaron, más obras complementarias en otros distritos por 4 mil millones que aportará Nación.

En materia habitacional, el objetivo es terminar las 5 mil casas que la gestión de Cambiemos dejó paralizadas, algunas con un avance del 70%, y construir otras 2500 -con todos los servicios- con un crédito del Banco Mundial incluido en el último endeudamiento que aprobó la Legislatura. A estas se suman 7 mil viviendas más pedidas por los municipios y que están en carpeta a la espera de los fondos.