Luego de la reunión de balance de los cuatro primeros días de aislamiento social obligatorio, el presidente Alberto Fernández anunció este miércoles que suspendió la repatriación de ciudadanos argentinos que todavía están en el exterior. «Hemos decidido no ingresar mas gente y lo instrui al canciller (Felipe Solá) para que ayude con recursos a los que estan en el exterior hasta que podamos ordenar el tema», dijo el jefe del Estado esta tarde en una entrevista televisiva, donde aclaró que están «tratando de reglamentar el ingreso de los mayores de 65 años solamente».

Según estimaciones oficiales todavía hay 20.000 argentinos en distintos países del exterior que no pudieron volver antes del cierre de las fronteras. Ahora el aeropuerto internacional de Ezeiza no estará operativo, pero esa decisión responde a una decisión sanitaria de mucha importancia: evitar la importación del nuevo coronavirus a territorio nacional.

El caso que aceleró la decisión


Una de las razones que habría acelerado la decisión presidencial fue la presencia de un pasajero argentino de 70 años que arribó este miércoles a Ezeiza procedente de Madrid en un vuelo de Aerolíneas Argentinas. Según informó la agencia pública de noticias Télam, presentó síntomas compatibles con coronavirus sin haberlo informado previamente. Fue atendido por médicos dentro de la aeronave que activaron el protocolo de seguridad para estos casos.

Las fuentes contaron a Télam que «durante el vuelo AR1305, proveniente de la ciudad de Madrid, un pasajero argentino de 70 años comenzó a manifestar tos y dificultades respiratorias durante el vuelo, ante lo cual la tripulación hizo el pedido de médicos a bordo y dos profesionales de la salud se hicieron presentes para atenderlo. El pasajero, quien estaba acompañado de su mujer y dos familiares, al momento de ser asistido manifestó haber presentado un cuadro febril los días previos al vuelo (38.5) y, luego de una consulta médica, haber comenzado a tomar paracetamol».

«Ante esta situación, el comandante dio aviso al Centro de Control Operacional de la compañía, al Control de Tránsito Aéreo y activó el protocolo sanitario ante situaciones de este tipo, mientras que los médicos presentes, en coordinación con los profesionales de salud de la compañía, comenzaron a asistir al pasajero con suministro de oxígeno y la medicación necesaria del botiquín del avión», detallaron las fuentes que anticiparon el dato a Télam.

Aunque los trabajadores de la aerolínea realizaron todas las precauciones de rigor que se realizan antes de embarcar, «este pasajero no presentaba fiebre al momento del arribo y tampoco declaró síntomas ante el audio de la tripulación. En su declaración jurada tampoco manifestó la presencia de síntomas, ni haber tenido fiebre los días anteriores al vuelo», en un posible ocultamiento de su cuadro clínico. Desde su arribo fue fue trasladado desde Ezeiza en una ambulancia a un centro asistencial, mientras que su esposa y los familiares que lo acompañaban quedaron aislados cumpliendo la cuarentena obligatoria.

Polémica por contagios en el personal aéreo


Antes de se conociera este caso, la embajadora argentina en Rusia, Alicia Castro, consideró que la suspensión de las repatriaciones «fue muy oportuna»y destacó «la angustia de los tripulantes, porque hay tripulantes contagiados en muchas aerolíneas, tenían que hacer largos vuelos con pasajeros que tenían síntomas y luego volver con sus hijos, con sus padres adultos mayores. Nunca vi esto como una cosa heroica, más bien como un problema», dijo la ex dirigente gremial.

«Por más desagradable que sea, las personas que estén fuera de su país lo que les conviene hacer es pasar la cuarentena donde se encuentren», dijo la actual embajadora a radio El Destape.

Sin embargo, el titular de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, Pablo Brey, acusó a Castro de «desestabilizar con una campaña de desinformación pública» y la acusó de montar «una operación en los medios las últimas 48 horas, buscando generar psicosis colectiva en la actividad, y directamente impedir que nuestra aerolínea de bandera pudiese llevar a cabo los vuelos de repatriación».

«Ya casi detenidos los vuelos y con un par de operaciones de repatriación por delante, sólo hay un caso confirmado de coronavirus en una compañera de cabotaje de Aerolíneas, mientras se esperan los resultados de los análisis de otras dos tripulantes que presentaron síntomas. Hemos estado en permanente contacto con cada caso sospechoso o inquietud de algún compañero», sostuvo el gremialista en un comunicado que fue difundido antes de que se conociera el caso que ocurrió en el vuelo AR 1305 que llegó este miércoles de Madrid.