Juan Manzur encabezó la segunda reunión de Gabinete en ocho meses desde que asumió y pidió que toda la dirigencia acompañe al presidente Alberto Fernández este viernes en un acto que le organizó el dirigente de la UOCRA, Gerardo Martínez, en el partido de Esteban Echeverría. El acto y el pedido de concurrencia es una respuesta institucional y política al pedido de apoyo que hizo el propio presidente, Alberto Fernández. 

La reunión comenzó luego de las siete de la mañana. Es el horario con el que intentó hacer marca personal Manzur. Cuatro ministros faltaron con aviso, pero el resto estuvo a horario. Cada uno y una hizo un repaso de su trabajo en cada cartera. Pero la reunión tuvo el objetivo de mostrar gestión y unidad, una idea que intenta instalar el presidente, luego de avanzar la semana pasada -y a los dos días retroceder- con el tema de su candidatura. 

El temario de gestión del encuentro ministerial, que incluyó lanzamiento de redes sociales de Jefatura de Gabinete, quedó teñido por la interna. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, volvió a poner a Cristina Fernández en el centro de la escena. “Se corrió de la gestión”, disparó, antes de entrar. 

“El problema es que si no está ordenado el Uno, el resto son todos librepensadores”, explicaban fuentes de uno de los ministros que concurrió. “La pelea con Cristina lo tiene tomado”, analizaron. 

En Rosada recuerdan que los mejores tiempos que atravesó el presidente fueron en una coyuntura mucho más difícil, en el marco de la pandemia. Incluso en ese momento había reuniones de gabinete económico, y gestión pandémica. En su viaje por tres naciones europeas, dos de las cuales comenzaban un nuevo mandato presidencial y Alberto fue el primer mandatario extranjero en ser recibido, también se coló la tensión con la vicepresidenta.

El acto de este viernes está gestionado por el sindicalista Martínez, quien cuestionó a Cristina por querer marcar la pauta salarial. El evento se realizará en el distrito del único intendente peronista que se opuso a la jefatura de Máximo Kirchner al frente del PJ bonaerense, Fernando Gray (Esteban Echeverría).

“Alberto está atado al plan económico de Martín Guzmán”, explicaban en un ministro albertista. Y aseguraban que “la inflación va a bajar con el correr de los meses, lo que va a permitir darle aire a la gestión”. Sostenían que la discusión estaba puesta en la velocidad de la recuperación económica y en su traslado a los ingresos de los sectores populares. 

En gobierno sostienen que las nuevas generaciones ven que la política está en una discusión que no los representa. Y que eso alimenta la desconfianza hacia la democracia, que se expresa en el crecimiento de opciones por derecha que caracterizan a la dirigencia política como “una casta”.