El peronismo atravesó los últimos días con un desafío impuesto por su principal adversario político, la coalición Cambiemos, sectores del Poder Judicial y de los medios. Necesitaba demostrar vitalidad y capacidad de reacción para aislar la intervención judicial que encabeza Luis Barrionuevo. Es un gremialista que, se sabe, responde casi desvergonzadamente a las necesidades del gobierno.

El objetivo era organizar con éxito el congreso partidario del viernes pasado en Ferro. Y el objetivo fue cumplido. Primera pantalla superada, en términos de la metáfora de un video juego. En las instalaciones del club Ferrocarril Oeste de Caballito se reunieron 521 congresales validados por el equipo de escribanas que cotejó identidades y documentación. El quórum necesario era de 459, sobre un total de 917. El número podía haber sido superior, pero los congresales de CABA, Chaco y Neuquén, presentes en el miniestadio cubierto, tienen sus mandatos discutidos por alguna cuestión legal. Por eso no se los computó. La pulseada por la conducción del PJ seguirá esta semana en el frente judicial. Se espera que la Cámara Nacional Electoral, que encabezan Santiago Corcuera y Ricardo Dalla Vía, emita su fallo en el marco de la apelación presentada por José Luis Gioja, titular desplazado del partido.

  En el espacio mayoritario del peronismo confían en que la resolución de los camaristas estará en sintonía con el dictamen del fiscal, Jorge Di Lello. Hace dos semanas, Di Lello aconsejó a la Cámara Electoral que revoque la intervención del justicialismo a nivel nacional. “Los fundamentos de la sentencia, en su totalidad, han sido solamente de carácter político y no jurídico, lo que evidentemente condujo a que se arribara a una conclusión alejada de los preceptos legales y de razonabilidad, que deben acompañar a cualquier intervención jurisdiccional”, argumentó entonces el fiscal. 

El PJ está intervenido desde el 10 de abril. Fue por orden de la jueza de primera instancia con competencia electoral María Servini. El fiscal Di Lello, por su parte, ejerce su función en cuestiones electorales tanto en primera como de segunda instancia. Servini no lo consultó antes de emitir su fallo, por lo que su intervención se concretó directamente en el tribunal de alzada, la Cámara de Corcuera y Dalla Vía. En el PJ creen que el pronunciamiento de los camaristas se conocerá, finalmente, en los próximos diez días.

  Los abogados que asesoran a Gioja como titular  desplazado, que para la mayoría del PJ sigue siendo el legítimo, son Patricia Blanco y Eduardo López. Fueron designados como apoderados, aunque trabajan coordinadamente con el secretario letrado del Consejo de la Magistratura Jorge Landau, arquitecto jurídico del justicialismo. En ese equipo descuentan que en los próximos días se conocerá una impugnación al congreso realizado en Ferro.

La presentación judicial, previsiblemente, partirá del sector de Luis Barrionuevo. El viernes, en diálogo con Tiempo, el propio Gioja aclaró que la realización del congreso partidario no debe ser leída como una señal para la Cámara Electoral. Eso sí, el sanjuanino también planteó que los camaristas deben haber monitoreado con atención los últimos movimientos internos del PJ. “No hemos hecho esto para la Cámara. Lo hicimos por la necesidad de sentar presencia del justicialismo. Ahora, la Cámara Electoral y la Justicia tienen ojos y oídos. Y creo que van a ver”, dijo. 

Otra de las novedades del congreso realizado en Ferro fue la conformación de una mesa coordinadora que fue bautizada como Comisión de Acción Política. Se supone que quienes integran la CAP tendrán una injerencia importante en la tarea organizativa que tiene por delante el peronismo: la definición de un método para la integración de las listas y la competencia interna por las principales candidaturas (presidencia y gobernación de Buenos Aires). En los encuentros organizados bajo el eslogan #Hay2019, el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá instaló la propuesta de que realice una gran PASO y que, además, se utilice el sistema D’Hont de reparto proporcional y sin piso, con la idea de favorecer la participación y el compromiso de todos los espacios internos. Esta propuesta, de aplicarse, implicaría abandonar la distribución interna de candidaturas que rige hoy en el justicialismo, de 3 a 1 entre lista mayoritaria y lista minoritaria, que deja sin nada a una eventual tercera lista.

El repaso de la asistencia al encuentro de Ferro permitió entrever qué sectores o corrientes internas están dispuestas a participar de la estrategia nacional que adopte la mesa del PJ: la ya citada CAP. “Salvo Salta y Córdoba, el resto de las provincias, aunque no hayan estado sus gobernadores, mandaron a sus representantes”, comentó a este diario un congresal que, por su perfil y su acción cotidiana, tiene diálogo con jueces y fiscales. Córdoba, en cuestiones que hacen a la vida interna del peronismo, suele moverse con autonomía desde hace muchos años. Lo de Salta tampoco fue sorpresa: el gobernador Juan Manuel Urtubey sigue apostando a una estrategia de posicionamiento personal que consiste en mostrarse como el representante de la oposición que contribuye con la gobernabilidad sistémica, incluso al precio de autoexcluirse y dividir votos. Muchos de los presentes pusieron el foco sobre Río Negro, distrito por el cual es senador el influyente Miguel Pichetto. “De los 12 congresales de Río Negro, 11 estuvieron presentes, encabezados por Martín Soria (por el intendente de General Roca). El único que no vino fue Miguel”, relató a este diario un testigo privilegiado.

La autoexclusión de Pichetto tampoco debe ser leída como definitiva o que encarne una tensión irremontable. El propio Gioja se encargó de advertir que la CAP estrenada el último viernes está abierta a la incorporación de nuevos nombres. Algunas voces bien informadas sostienen que tanto Pichetto como algún gobernador serían bienvenidos en esa mesas colectiva. Eso permitiría sumar una vertiente existente y representativa –el Peronismo Federal- para fortalecer el armado de una estrategia electoral única con chances de ganar en 2019. «