Axel Kicillof ya se prepara para iniciar la transición con la gobernadora María Eugenia Vidal y reclamó, en su primera conferencia como gobernador electo, conocer el «estado presupuestario» de la provincia que conducirá a patir del 10 de diciembre. La deuda y el pago de sueldos y aguinaldos son su mayor preocupación.

El día después de su triunfo por el 52% de los votos, Kicillof habló frente a la prensa en La Plata y adelantó cuáles serán las prioridades de su gobierno, como la urgencia alimentaria, la reactivación del empleo y la recomposición salarial, pero puso especial énfasis en primero conocer los números que dejará Cambiemos. La primera reunión con Vidal -quien lo llamó hoy para iniciar la transición- ocurrirá en los próximos días.

¿Qué le preocupa a Kicillof? El déficit en primer lugar: con su equipo vienen sosteniendo que a Vidal le faltarán entre 50 mil y 80 mil millones para terminar el año. En campaña, Vidal evitó el tema pero el viernes, a dos días de las elecciones y en silencio, pidió refinanciar una deuda con el Banco Provincia que vence el 6 de diciembre, justo cuatro días antes de dejar el poder, lo que terminó confirmando la teoría del gobernador ahora electo. El temor es que Cambiemos eche mano a los fondos de otros organismos para cubrir el rojo.

«Lo que antes pedíamos y queremos conocer es que los problemas que tenga la provincia para cerrar el año no se resuelvan tomando recursos de otros organismos de la provincia como el IPS o el IOMA. Lo que está reconociendo el gobierno es que no le alcanza la plata, entonces necesitamos conocer la situación», puntualizó hoy Kicillof durante la conferencia de prensa que ofreció junto a la vicegobernadora electa, Verónica Magario, y acompañado por intendentes electos, en la sede del Frente Nacional Peronista, a pocas cuadras de la Gobernación.

El otro punto que generó debate en el final de la campaña es el estado de la deuda provincial. Kicillof recordó que el 80% de la deuda adquirida en estos cuatro años por Vidal está en dólares, pero dijo que además no conocen todavía los vencimientos de deuda pautados por su gestión. «Ya no se discute más la elevación que tuvo el nivel de deuda que es de 80 mil millones de dólares. El 80% está en dólares y son 9 mil millones de dólares de vencimientos que habrá que pagar en los próximos cuatro años», apuntó y agregó que sólo saben que el primer vencimiento operará en enero de 2020 por un total de 540 millones.

La información económica y financiera provincial es clave para Kicillof para elaborar además el presupuesto provincial 2020. Pese a que el plazo para presentarlo en la Legislatura venció el 31 de agosto pasado, Vidal no lo envió y será la primera tarea que deberá enfrentar apenas asuma.

Gestión y no marketing


A lo largo de la conferencia, Kicillof también habló de cómo planea gobernar y tiró algunas definiciones fuertes, que no había usado en campaña, para diferenciarse de la actual gobernadora: aseguró que no habrá discriminación a los intendentes opositores ni tampoco persecución a los jueces.

«Va a ser un gobierno distinto: de gestión y no de marketing. No se va a tratar de que vean al gobierno por los afiches, las redesociales y los trolls sino que lo vean ayudando y colaborando y recuperando lo perdido», sostuvo antes de repetir que el gobierno de Vidal tuvo un blindaje mediático que ayudó a ocultar los problemas que iban generando las políticas de Cambiemos.

Pero luego se refirió a un tema álgido que marcó los últimos meses del gobierno de Vidal: las denuncias de magistrados por las presiones que ejerció el Ejecutivo, en especial a través del procurador general Julio Conte Grand, quien llegó al cargo de la mano de la gobernadora. A eso se sumó la semana pasada el hallazgo de pruebas en la oficina de la Auditoría de Asuntos Internos de la Policía que demuestran que al menos una fiscal y su familia fueron víctimas de espionaje ilegal. El capítulo judicial se completa con el intento del oficialismo de nombrar a 42 jueces y fiscales -para cubrir vacantes en lugares clave como el Tribunal de Casación Penal, vacantes desde el inicio de su gestión- a menos de dos meses de dejar el poder.

«Este no va a ser un gobierno de agravios ni de persecución mediática ni judicial como se vivió en estos años, no lo va a ser porque no creemos en eso, hemos escuchado expresiones de la Suprema Corte de la provincia, dijimos que en campaña no queríamos hacer campaña sucia, pero es muy preocupante», señaló el gobernador electo.

Luego consideró que la justicia «debe tener total respaldo para recuperar la confianza de los ciudadanos, para que nadie crea que hay manipulación sobre la justicia o que se usa para hacer política sobre los adversarios u opositores». Y aclaró: «son definiciones que fuimos jalonando en la campaña pero que es importante dejar en claro hoy».