A 35 años de la Guerra de Malvinas, la centralidad está puesta en la identificación de los 123 soldados caídos, sepultados como NN, en el cementerio de Darwin. El proceso de reconocimiento lo realizará una misión humanitaria de la Cruz Roja, en junio. En apoyo a esa misión, la Comisión Provincial por la Memoria viajó entre el 11 y el 18 de marzo a las islas para «dar visibilidad a la cuestión desde la perspectiva de los Derechos Humanos y apoyar el proceso de identificación».
Nora Cortiñas, primera Madre de Plaza de Mayo en pisar el suelo argentino usurpado por la Corona Británica desde 1813, fue parte del contiengente. «Ese viaje hizo reavivar la exigencia de soberanía que estaba adormecida. Fue histórico, político, humanitario», remarcó.

–Uno de los motivos fue el homenaje a los 123 conscriptos sepultados como NN…

–Fue muy emotivo. Saber que ahí, en esas lápidas, dice que «solo Dios conoce tu nombre». Y las Madres somos unas buscadoras de la verdad sobre lo que pasó a nuestros hijos e hijas. Y eso ahí, quieto, frío, 123 jóvenes de los que no se sabe su nombre y donde recién ahora, después de 35 años, va a haber una posibilidad de conocerlos. Sabemos que el 80% de las familias quiere saber. Así como nosotras buscamos, ellos tienen el derecho a poder averiguar y tener la certeza de que ahí está su hijo enterrado. Muchos años pasaron y ahora llegó el momento. Nosotros queremos apoyar a esas familias en este momento.

–¿Dónde se unen ese reclamo y el de las Madres?

–Hay una unión con lo que fue la desaparición. Porque estos chicos están desaparecidos. Pasaron tantos años y los culpables están impunes. Quizá haya una conexión con que no avance el juicio (NdR: sobre torturas de los militares a soldados argentinos durante la guerra), que hace diez años que está paralizado. Tienen que pagar eso, no puede quedar impune. Esos chicos son doblemente héroes porque estaban defendiendo la patria, pero además fueron de la mano de los propios genocidas del terrorismo de Estado. «