Mientras buscan dar vuelta la página del escándalo por Beatriz Sarlo, en el gobierno bonaerense creen que la operación de Clarín, como la definió Axel Kicillof, buscó golpear la campaña de vacunación y defender la estrategia opositora de «privatizar» las vacunas, como ya ocurre en la Ciudad.

Temprano, el gobernador condenó la tapa de Clarín de este jueves 11 de marzo cuyo título principal era: «Sarlo dijo que la esposa de Kicillof le ofreció una vacunación VIP». El título se hizo pese a que la propia Sarlos había desmentido sus dichos. Kicillof habló de «una operación» para «dañar» la campaña que en Buenos Aires ya lleva más de 815 mil vacunas aplicadas.

«Fue un caso de manual. Esta tapa de Clarín estaba escrita y no se iban a tomar el trabajo de registrar lo que pasó en la realidad. No dejaron que la realidad les arruine una operación”, lanzó Kicillof en declaraciones radiales. Y acotó con ironía: «Pasó algo digno de mención en la Ciudad y esto contribuyó para taparlo».

En este marco, el gobernador sostuvo que «con la misma pasión que (determinados medios) abrazaron al gobierno de Macri, ahora trabajan para desprestigiar al gobierno de Alberto (Fernández) y al mío también». Y analizó: «Uno se pregunta a qué público representan y qué se informa de esta manera. Militaron en contra de todas las medidas de cuidado».

Kicillof marcó que, pese a las operaciones, no dejará de vacunar a los bonaerenses. Reiteró que no va a privatizar las vacunas como sí hizo el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. «Yo no privaticé las vacunas. No le di a las prepagas ni le di a las clínicas privadas con afiliados propios”, lanzó Kicillof al criticar la gestión de Horacio Rodríguez Larreta. Y añadió: «No se la podés dar a alguien para que la administre a sus propios afiliados. No estoy polemizando lo que pasó, estoy diciendo ‘cambienló'».

En la misma línea, la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, sostuvo que el episodio de Sarlo fue «algo pergeñado, prearmado, sabido por Clarín. Es parte de este ataque permanente que sufre la campaña de vacunación, la cuarentena, las medidas de gobierno en la Provincia de Buenos Aires». Y consideró que «era previsible».

La funcionaria recordó que en el primer mes y medio de gobierno, el diario «publicó 35 tapas en contra de Kicillof». Sostuvo que, curiosamente, el escándalo ocurrió dos días después de que el ex presidente Mauricio Macri pidiera «mantener el escándalo de las vacunas VIP en agenda».

«Era necesario golpear por algún lado sobre todo por las espantosas imágenes en la puerta del Luna Park y de Boedo de días anteriores», reflexionó García, en relación al caos generado en el operativo porteño de inmunización a los adultos mayores que ocurrió el martes.

En este punto, la funcionaria puso el énfasis en la concepción que tiene el gobierno de Kicillof sobre la vacunación como política pública de salud en contraste con la postura de Juntos por el Cambio,  que no sólo tercerizó la aplicación de las vacunas en la Ciudad. Además vienen reclamando que cada gobernador pueda comprar vacunas por su cuenta y que hasta los privados puedan adquirirlas, como propuso la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

«Hay una mirada sobre lo que es política pública en salud que es muy particular de la gente de Macri y ha sido histórica. A mí no me asombra», marcó García. Y subrayó que la postura del Gobernador «es negarse absolutamente a convenios con la salud privada y negarse a la privatización de la vacuna. Y me parece que esto es así aunque todos los días tengamos que recibir un cachetazo desde la oposición o de los medios que están en contra de que salga bien la campaña de vacunación».

Advirtió que es sabido lo que ocurre cuando el mercado entra a regular el mercado y que eso atentaría contra el acceso de toda la población a las vacunas. «Si parte de las vacunas que ya son una cuestión de geopolítica, en el mundo, por su ausencia y abastecimiento, van a ir al sector privado y entra a regular el mercado, ya sabemos lo que pasa con la gente que no está dentro de la salud privada», dijo.

Sobre el final, la ministra concluyó: «Uno puede estar en partidos opuestos, pero lo que no se puede hacer es descuidar a la gente frente a una pandemia como la que tenemos. Ni ensayar estrategias de politiquería barata para que fracase una campaña de vacunación. Con nosotros no van a contar porque vamos a seguir acelerando el proceso».

Pese al mal momento que pasó en especial la familia de Kicillof, en el gobierno aseguran que la campaña salió indemne del ataque y que continúa sin inconvenientes. De hecho, se batió un nuevo récord. Según informó el Ministerio de Salud este jueves se inoculó a 58.179 bonaerenses.