Los primeros contagios de la variante Delta del nuevo coronavirus anticipan que el debate sanitario volverá a meterse en la campaña electoral. Esta vez será durante el mes previo a las PASO del 12 de septiembre. Por ahora el oficialismo no ha puesto en marcha toda su maquinaria proselitista, pero Juntos por el Cambio no perderá un solo día de campaña. Su inicio sigue atravesado por dos desventajas que no parecen disiparse en lo inmediato: el recrudecimiento de la interna entre los socios de la alianza en la provincia de Buenos Aires y el nivel de rechazo que cosecha la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal por su cambio de domicilio a la Capital (ver pág. 8)

Si el escenario sanitario se endurece, puede resultar un atenuante para poner en segundo plano a los tironeos entre la UCR, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. Se tensaron esta semana luego del estreno en campaña de Facundo Manes, primer precandidato a diputado nacional del radicalismo por la provincia de Buenos Aires. El médico neurólogo arrancó su road show electoral con una entrevista donde se ganó la inquina de los dos respaldos de su competidor, el ex vicejefe porteño Diego Santilli.

«Espero que no se gasten los impuestos de los porteños en la campaña», disparó Manes y luego contó: «La doctora Carrió me vino a ofrecer ser candidato a vicepresidente de ella en 2015». En el entorno del neurólogo adjudican sus palabras a la falta de experiencia y exceso de impericia, pero bastaron para poner en pie de guerra al larretismo, por las veladas acusaciones de irregularidades en el financiamiento de la campaña de Santlli, y a Carrió, que va a denunciar a Manes por mentir.

Los dos frentes de combate entusiasman a la UCR, que esta semana acordó mover a todos sus dirigentes para respaldar a su nuevo producto electoral. Será otro ejercicio del radicalismo para marcarle la cancha al PRO en la pelea por la hegemonía de JxC. Dentro del partido consideran que Manes le puede ganar a Santilli y herir de muerte los cambios de domicilio que impulsó Rodríguez Larreta. También que puede debilitar el regreso de Vidal a la Ciudad con el doble juego del partido, cuya conducción porteña puso a Martín Tetaz, pero un sector disidente presentó una tercera lista encabezada por el exsecretario de Salud Adolfo Rubinstein, que competirá con Vidal y el exministro de la Alianza, Ricardo López Murphy.

El alcalde porteño se pondrá al frente de la campaña a los dos lados del Riachuelo y la General Paz. En la sede de gobierno sostienen que acompañará a ambos precandidatos «en todos los lugares donde él mida bien». Sin embargo, Rodríguez Larreta no pudo escapar del barro del debate interno, porque así como hilvana sus aspiraciones para 2023, hay competidores radicales que buscarán bajarle las expectativas. El principal es el gobernador jujeño Gerardo Morales, que ya trabaja en su precandidatura presidencial con el objetivo de medirse con el alcalde porteño en 2023.

«El responsable de los ataques a Manes es Rodríguez Larreta, que se está poniendo el traje de presidente y se está equivocando», dijo el jujeño este sábado al programa Toma y daca, que transmite AM 750. “La deserción de Vidal de la Provincia fue un error, al igual que haberle pasado el cepillo a (la titular del PRO, Patricia) Bullrich en la Ciudad y mandarlo a Santilli a la Provincia”, disparó, en otra ofensiva discursiva.

El jujeño buscó exhibir las mayores debilidades de los competidores del macrismo. Quiso anticiparle a su contendiente en 2023 que está dispuesto a reivindicar a Bullrich con tal de limarlo.

En el larretismo no toman el guante de Morales, pero admiten que los embates son cada vez más recurrentes y virulentos. Esperan que el titular del Comité Nacional de la UCR, Alfredo Cornejo, termine de preparar un código de ética para que las guerras verbales no los sigan debilitando. Según supo este diario, también lo revisa Carrió y será parte de la reunión que tendrá este lunes la Mesa Nacional de JxC.

«La base de ese acuerdo es no mentir, y Manes mintió, por eso deberá dar explicaciones ante la Justicia, aunque antes hay una etapa de mediación», advirtió una fuente cercana a Carrió. El tema está en el menú de la reunión virtual que tendrán los socios opositores este lunes. Estaba prevista para dentro de una semana pero fue adelantada para ordenar el arranque de la campaña, donde hubo más acusaciones internas que propuestas para el electorado. La tensión comienza a transformarse en otro problema para Vidal y Santilli, que transitan los primeros días de campaña en sus nuevos distritos.

La exgobernadora avanza con apariciones focalizadas en distintos barrios porteños, acompañada por la estructura porteña y los dirigentes de toda la alianza. Su regreso a la Ciudad despierta atención, pero también muchos interrogantes sobre su cambio de domicilio.

Cerca de López Murphy no pierden de vista la cantidad de cuestionamientos que surgen contra Vidal por dejar la Provincia y por el «renunciamiento» que hizo Bullrich de su candidatura. Una parte de sus propios votantes la culpan de estar detrás de esa resignación junto con Rodríguez Larreta y revelan la difícil conversación que tiene la exgobernadora bonaerense con el voto duro del macrismo porteño, que podría migrar a opciones más extremas.

Lejos de descalificar a Manes, Santilli les advierte a los contendientes que corren el riesgo de ser funcionales al kirchnerismo en un mensaje que combina su malestar con el temor de que de desgrane la leve ventaja sobre Manes que le dan las encuestas propias. «No nos sobra nada, pero no estamos mal», susurraron en el gobierno porteño, cada vez más incómodos con el barro que propone la UCR. «

DEMANDA

«Frente a la no rectificación de Facundo Manes de sus dichos, lo único que voy a hacer es una demanda por daño moral y a su prestigio académico», anticipó ayer en Twitter la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.