La realidad argentina se coló en el estricto protocolo con que la corona holandesa quiso agasajar al presidente Mauricio Macri. Fue cuando terminaba el acto de bienvenida en la plaza Dam, de Amsterdam, y desde un sector del predio se escuchó un estentóreo «Macri, vos sos la dictadura».

Según consigna un cable de la agencia Télam, una de las manifestantes, Alejandra, megáfono en mano, recordaba a los presentes que en Argentina hay presos políticos, que la causa por Milagro Sala no tiene fronteras y que los desaparecidos son 30.000. El escrache organizado por la agrupación H.I.J.O.S. no dejó de lado una mención a las causas que en estos meses acumula Macri en su contra. «Panamá, Panamá, la plata donde está”, vocearon, y también cantaron: «Ole ole, ole ola como a los nazis les va a pasar dónde vayan los iremos a buscar».

El hecho, insólito para lo que son las ceremonias en las que interviene la familia real neerlandesa, repercutió en la televisión local, que le dio amplia difusión, aunque como se vio, no alcanzo a quebrar el itinerario previsto para la pareja real y el matrimonio presidencial argentino.

Desde otro rincón de la plaza, Natalia Díaz Romero defendía al mandatario con el clásico de la campaña “Si se puede”. La mujer agregó luego: “Sabíamos que habían convocado una protesta en repudio a la visita, por eso queríamos estar aquí, porque en las elecciones, el 95% de los argentinos que votaron en Holanda lo hicieron por Macri”.

La relación del ahora rey Guillermo Alejandro de Orange y Máxima Zorreguieta tuvo que atravesar situaciones ríspidas desde que comenzaron a noviar. Como se sabe, Máxima es hija de Jorge Zorreguieta, que fuera secretario de Agricultura y Ganadería de la dictadura militar argentina desde 1976. Cierto que entonces Máxima apenas tenía cinco años, pero en Holanda siempre hubo un fuerte rechazo al golpe genocida y fue uno de los lugares donde hubo más eco en todas las expresiones en contra de los crímenes que estaban cometiendo los militares.

Fue tema de debate nacional la presencia del seleccionado de fútbol –la famosa “Naranja Mecánica”- en el Mundial de 1978, donde sería subcampeona, y se asegura que su mayor estrella, el capitán, Johan Cruyff , no quiso venir entonces para no convalidar semejantes hechos atroces.

Luego, en 2002, cuando Máxima se casó con el príncipe heredero, hubo otro gran tema de discusión en la sociedad porque Jorge Zorreguieta como funcionario de la dictadura, no podía desconocer la existencia de los campos de concentración y de la política criminal que se llevaba adelante desde el Estado. La forma “civilizada” de resolver el entuerto fue una recomendación que le llegó al suegro real de representantes del primer ministro holandés, Wim Kok, de que no viajara para la boda.

En 2005, Zorreguieta fue denunciado por el secuestro y desaparición de la bióloga Marta Sierra, empleada del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que dependía de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, y en 2011 fue denunciado ante la justicia holandesa por secuestro y desaparición de un médico sanitarista en 1977, Samuel Leonardo Slutzky.