A 100 años de su nacimiento, Eva Perón sigue siendo un ícono de las conquistas femeninas y la lucha por la justicia social y continúa despertando la admiración de los humildes y el desprecio de los poderosos. Ahora, repentinamente y a partir de un comentario despreciativo de Donald Trump sobre la legisladora demócrata por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez, la segunda esposa de Juan Domingo Perón entró en la campaña estadounidense generando la misma polémica que mantiene en la Argentina. Lo que revela el cruce entre Trump y AOC, como se denomina en las redes a la ex camarera de bar de origen puertorriqueño, es que en el imaginario del inquilino de la Casa Blanca el ícono que perdura es el de la Evita que vieron interpretada por Madonna en la ópera de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice. Alexandria recoge el guante y le responde en dos tuits con frases tomadas de la propia Eva.

Las palabras de Trump surgen de una entrevista con Tim Alberta, corresponsal de la muy informada publicación Político, para un libro que saldrá a la venta el 16 de julio, American Carnage: On the Front Lines of the Republican Civil War and the Rise of President Trump, (Carnicería estadounidense: En el frente de la guerra civil republicana y el ascenso del presidente Trump). Por lo que trascendió a través de los adelantos de prensa de la editorial Harper al británico The Guardian, el mandatario dijo que estaba viendo por televisión con sus asesores la campaña legislativa de los demócratas para los comicios de 2018 y le llamó la atención de esa joven de 28 años que le peleaba un cargo a Joe Crowley, un histórico del partido.

«Veo a una mujer joven despotricando y delirando como una lunática en una esquina, y dije: ‘Eso es interesante, vuelve'», comentó. Luego, el empresario devenido en jefe de estado de la principal potencia del planeta, analizó presente y futuro de Alexandria. «Ella tiene talento. Ahora, esa es la buena noticia. La mala noticia: ella no sabe nada. Ella tiene un buen sentido, un factor ‘’, lo cual es bastante bueno, pero no sabe nada. Pero con el tiempo, ella tiene un potencial real «,

Por asociación libre, dice que «la llamé Eva Perón. Dije ‘, esa es Eva Perón. Eso es Evita «.

Claro, no la Evita histórica que puede verse en documentos históricos o en libros de historia argentina. Más bien en el ícono que desplegó la ópera del dúo Lloyd Weber-Rice y que acompaña a la imagen hollywoodense tanto de María Eva Duarte como de Perón y de todos los líderes populares latinoamericanos. De modo que la frase de Trump no era un elogio para AOC, más bien, la asemeja a la mujer ambiciosa y trepadora que describen los filmes.

Y la fogosa representante por el 14ª Distrito de Nueva York con la agrupación Socialistas Democráticos de EEUU, no le esquivó el bulto al convite.

«Sé que, como todas las mujeres de pueblo, tengo más fuerza de la que aparento tener», tuiteó

«Durante muchos años observé cómo algunas familias ricas tenían en sus manos gran parte de la riqueza y el poder de la Argentina. Así que el gobierno trajo una jornada laboral de ocho horas, pago por enfermedad y salarios justos para que los trabajadores pobres tengan una oportunidad justa «, insistió en su cuenta Twitter.

La réplica dentro de EEUU no se hizo esperar. De la mano en algunos casos del pensamiento Hollywood tradicional sobre esa época.

«Evita en realidad no era una gran persona. Quizás no sea la mejor comparación para estar orgulloso. Ella literalmente dejó que los nazis entraran a la Argentina a cambio de los tesoros robados a los judíos», escribió Kat Calvin, una abogada, activista y empresaria social, que ayuda a los afrodescendientes a obtener las identificaciones necesarias para trabajar y tener derechos civiles.

«Confesión: Sigo pensando en la Evita original cada vez que veo @ Ocasio2018. Creo que el directora de casting que hay en mí, pero también ella se relaciona de una manera similar. Y es por eso que los asusta tanto», recuerda ahora Tim Hogan su tuit de entonces. Al mismo tiempo que Trump, este activista liberal e investigador en ciencias políticas que se jacta de lucir el pin de Kennedy-Johnson vio potencialidad de Alexandria, pero la interpretó de otro modo.

Desde Buenos Aires, también la joven hija de puertorriqueños que trabajaba de mesera para pagar sus estudios en la Universidad de Boston, donde se graduó con todos los honores en Relaciones Internacionales y Economía en 2011, logró generar apoyos dentro del arco político ligado al peronismo, que celebraron el debate Trump-Ocasio-Cortez como un reconocimiento al valor simbólico de «la abanderada de los humildes» en Estados Unidos actual. Entre sus críticos no podía faltar el negacionista ex Ministro de Cultura porteño Darío Lopérfido, quien le arrobó a ACO un tuit.

«¿Te gustan los dictadores? ¿Podrías por favor estudiar historia? Yo soy de Argentina. Los mejores deseos».

Luego para su público local, escribió en castellano.

Alexandria fue una de las mujeres que llegó en el último recambio legislativo en EEUU a tomar la batuta en los grandes temas sociales. (Ver acá)

A ellas se refirió especialmente Trump en el discurso del estado de la Unión de este año, al señalar que «nunca el socialismo gobernará en América», poniendo a todo el continente en la cruzada que se percibe en Venezuela, Nicaragua y Cuba desde que asumió su cargo, en enero de 2017.

Pronto destaco Alexandria por la claridad de sus exposiciones y porque no le teme a cualquier debate. (Ver acá)

 Como teme Trump y celebran muchos dentro de EEUU, tiene una gran carrera por delante y nada indica que le rehuya a la pelea.