José Sebastían Jabdor, mendocino de 36 años, murió en el Hospital San Luis a causa de las quemaduras de 2° y 3° grado sufridas en el 90% de su cuerpo y de las lesiones en vías aéreas ocasionadas en un incendio en la Subcomisaría 5ta de la localidad puntana de La Calera donde se encontraba detenido. Jabdor fue apresado en la madrugada del domingo en un baile donde había disturbios y los efectivos policiales lo llevaron a la comisaría por averiguación de antecedentes y resistencia a la autoridad. En diálogo con Tiempo, María del Carmen Verdú, titular de la Correpi ( Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional), reveló que “ la mayoría de los casos de detención en muertes en comisarías, corresponden , como este de San Luis, a personas que no estaban presas o acusadas de cometer un delito, sino como consecuencia de cualquiera de las herramientas que tienen para detener personas arbitrariamente en todo el país: averiguación de antecedentes, razias, faltas y contravenciones” . Según el registro de Correpi la primera causa de muerte a manos del estado es el gatillo fácil con un 47% y en segundo lugar se encuentra la muerte de personas detenidas con un 39%.

Fernando Sosa, intendente de La Calera, informó que fue Jabdor quien inició el fuego en su celda.

“En la categoría de muerte de personas privadas de su libertad, que incluyen cárceles, comisarías y todo otro lugar de detención (incluso patrulleros) confluyen los clásicos suicidios que encubren, en una enorme proporción, la muerte por aplicación de tormentos, e incendios que se inician como medida de protesta o pedido de ayuda y que, invariablemente, no reciben auxilio o lo reciben tardíamente”, asegura el informe de Correpi.

En una conferencia de prensa el Juez Subrogante Marcos Flores Leyes confirmó que sólo había un calabozo en la comisaría y que las llamas se propagaron rápidamente debido a que en el lugar había una gran cantidad de elementos, porque era utilizado en calidad de depósito.

“En muchísimas ocasiones se producen estas muertes en lugares que no están habilitados para que haya personas detenidas y por que justamente, a veces, son esos los espacios que se utilizan para el apriete. En la jerga, en las comisarías, muchas veces se habla, del cuartito de atrás, el cuartito de la brigada, el cuartito del servicio de calle y que no son precisamente los calabozos, sino que son donde suelen ocurrir estos episodios”, manifestó Verdú y concluyó: “Esto es un escenario común a todo el país y transcienden lamentablemente, muy pocos casos».