«Sabemos que usted tiene la responsabilidad entre otras cosas de conducir a nuestro país a un destino en el que la impunidad no le gane a la verdad. Anhelamos y necesitamos que lo pueda lograr», señalaron los familiares de de víctimas del atentado a la AMIA en alución al presidente Mauricio Macri.

El vicepresidente de la AMIA, Ralph Tomás Saiegh, comenzó los discursos de recordación y demanda de Justicia. «Tenemos una sensación de importancia que permanece marcada en el corazón de la patria. Queremos avances concretos en la investigación. Queremos que la causa sea un prioridad Estado. Seguiremos pidiendo justicia», señaló.

Allí destacó como un “gesto positivo” del mandatario haber dejado sin efecto el memorándum firmado por el anterior gobierno con Irán, y le reclamó al titular de la unidad especial de investigación AMIA, Mario Cimadevilla, y al ministro de Justicia, Germán Garavano, «que la causa sea una prioridad de Estado».

Tras el discurso de Saiegh, Mauricio Macri se retiró en medio del acto por el 22 aniversario del atentado a la AMIA. El presidente había llegado a las 9:30 a la sede de Pasteur 633 acompañado por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, y del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Allí depositó una ofrenda floral, firmó el libro de visitas de la entidad y dialogó con familiares de las víctimas.

El acto se llevó a cabo frente a la sede de la reconstruida sede de esa mutual israelita, ubicada en la calle Pasteur 633. El 18 de julio de 1994 a las 9.53 una explosión causó la muerte a 67 personas que estaban en el interior de la sede de la AMIA y otras 18 que transitaban por la vereda o se encontraban en edificios aledaños, y además causó heridas a alrededor de 300 personas.

El de hoy es el primer acto de Macri como Presidente y también el primero en el que participó unos minutos, ya que como jefe de Gobierno porteño nunca concurrió a la conmemoración del atentado. El mayor distanciamiento de Macri fue cuando siendo mandatario de la Ciudad de Buenos Aires nombró al frente de la Policía Metropolitana a Jorge «Fino» Palacios, ex comisario de la Federal que fue cuestionado por su actuación en la causa AMIA y procesado por encubrimiento de la investigación del atentado.