“La Matanza va a volver a ser la capital del trabajo y la producción. Esta ciudad no es grande, es grandiosa”, expresó el flamante intendente de La Matanza, Fernando Espinoza y también se comprometió a “inaugurar la nueva sede de la Universidad de González Catán de la mano de Alberto, Cristina, Axel y Verónica”. Horas antes había asegurado: “Estoy convencido que el gobierno de Alberto va a ser recordado como el que superó la herida del hambre”.

El ex diputado nacional sostuvo que “se abre una etapa que obliga a las dirigencias en su conjunto, sin distinción, a proponerse un objetivo tan urgente como necesario: construir una Argentina sin grietas, sin muros y que priorice saldar la deuda social antes que cualquier otra deuda.”

El pasado jueves, en la explanada de la Catedral de San Justo, Espinoza juró como intendente, acompañado por la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner y la vicegobernadora Verónica Magario. También estuvieron presentes Juan Luis Manzur, Gobernador de Tucumán, Gustavo Bordet, de Entre Ríos, y Gildo Isfrán, de Formosa. Gabriel Katapodis, Ministro de Obras Públicas de la Nación. Diputado provincial, Julio Pereyra, diputado provincial, Víctor Santa María, Secretario General Suterh y Hugo Moyano, Secretario General de Camioneros. En su tercer mandato como intendente, Fernando Espinoza agradeció “a todos los matanceros nuevamente por la confianza para enfrentar este nuevo desafío”.

También hizo referencia a la pesada herencia: “Verónica tuvo que lidiar con un gobierno nacional y provincial mezquino, que nos dejó deuda económica, de salud, de seguridad, cerraron 40 empresas por día durante 4 años, 1.400.000 pobres, inflación de 55% este año y superó el 300% durante los cuatro años que vivimos. Teníamos un dólar a 10 y lo dejaron en 63. Para ellos la salud del pueblo de La Matanza no merecía la inversión necesaria para terminar el 10% que faltaba del Hospital René Favaloro de Rafael Castillo y el 25% que faltaba del Néstor Kirchner de Laferrere”.

Espinoza culminó refiriéndose a la vicepresidente: “Cristina, nunca me olvidaré de tu gesto de venir. No te tengo que dar la bienvenida porque vos sabes que La Matanza fue, es y será tu casa. Me voy a romper el alma, hasta dar el último segundo de mi vida por La Matanza, que es, fue y será peronista».