Con un escenario cargado de gritos y chicanas entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio se desarrolló la primera presentación de este año del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en la Cámara de Diputados de la Nación. En el marco de la antesala de la campaña electoral el clima fue caliente. Sergio Massa, el titular del cuerpo legislativo, tuvo que frenar en un momento la sesión informativa con reiterados pedidos de silencio y el presidente del bloque oficialista, Máximo Kirchner, intervino para pedir respeto: “Le pido a mi bloque que guarde respeto y escuche. Espero las mismas actitudes de la oposición”.  

Mientras el jefe de Gabinete brindaba detalles de la gestión en el recinto se escuchaban, en algunos puntos de su discurso, acotaciones cítricas fuera de micrófono de los diputados Fernando Iglesias, Waldo Wolff, Omar de Marchi y Karina Banfi. Iban preparando un terreno más álgido para el momento en que Juntos por el Cambio tenía el tiempo de realizar las preguntas mano a mano a Cafiero.  

Durante el primer bloque de consultas se destacaron las acusaciones cruzadas. “Controle al bloque oficialista señor presidente”, le pedía a Massa a la diputada del PRO Silvia Lospennato mientras hablaba Wolff al tiempo disparaba: “Tal vez como no tiene presidente el bloque oficialista no se puede controlar”. Inmediatamente tomó el guante Kirchner: “Durante todo este año y el anterior cada vez que me tocó el uso de la palabra han gritado, insultado, hecho todo tipo de escándalos. Veo ahora también que ustedes quieren que los escuchen. Entonces, es bueno que de aquí para delante aprendamos a escucharnos. Es un pequeño ejemplo el de hoy de que hay que saber respetarse”.  

En el medio se escuchaba el grito de Cecilia Moreau: “Cállese Iglesias” y la respuesta de “cállese usted diputada que tiró piedras hace unos años en este Congreso”, en alusión a la sesión durante el gobierno de Mauricio Macri por la reforma previsional. Incluso en el revoleo de gritos hubo un legislador que bromeando dijo: “Dibu, Dibu”, haciendo referencia al arquero de la selección argentina, Emiliano Martínez que se lució en el último partido de fútbol de la Copa América.   

Entre los cuestionamientos sobresalió, como se esperaba, el cuestionamiento a la medida del gobierno de reducir el ingreso al país de argentinos que viajaron al exterior, también fue criticada la política frente a la producción ganadera, así como la inflación y el crecimiento de la pobreza.

En tanto, si bien se celebró el anuncio de que el gobierno firmará con el laboratorio Moderna nuevas dosis para nuestro país, se volvió a cuestionar que no se avance con el acuerdo con el laboratorio Pfizer.   

El titular del bloque del Pro, Cristian Ritondo, se manifestó duramente: «Están haciendo mierda la Argentina. No tienen plan económico. No tienen salida de la pandemia. Dejan a los chicos sin colegio, se alinean con la dictadura de Venezuela y Nicaragua, se alinean con Irán».  

Los espacios opositores más pequeños, como el Unidad Federal para el Desarrollo o la izquierda siguieron atentamente el pin pon de chicanas. Y con un tono más amigable preguntaron Eduardo “Bali” Bucca, José Luis Ramón y Mónica Schlottahuer, cuestiones como si el gobierno se encuentra evaluando un plan de vacunación obligatoria, la negociación paritaria, la criptomoneda y el pedido de derogación de la ley de mega minería.  

Las respuestas de Cafiero.   

Al momento de responder, Cafiero no entró en detalles en muchas de las consultas de los representantes. Respecto a los argentinos que no pueden ingresar al país, respondió con las sentencias judiciales ante recursos que se presentaron por violación a los derechos humanos. “No existe una ilegitima restricción de la liberta ambulatoria, la limitación de la circulación es idónea, necesaria y proporcional a la gravedad generada por la nueva variante Delta, así lo determinaron diferentes sentencias antes las presentaciones individuales y colectivas. Lamentablemente algunos diputados hicieron esta presentación para las cámaras de televisión porque ni siquiera la apelaron”.

Por otro lado, ante las críticas por las medidas respecto al sistema escolar en pandemia, opinó: “El 74% de la presencialidad educativa en nuestro país se está desarrollando”.   

Sobre el final, luego de más de siete horas de sesión informativa, un fragmento del discurso de cierre de Máximo Kirchner quedó resonando dentro del bloque oficialista. “No quiero un país que sea juguete de las circunstancias o que tenga que ceder a caprichos de laboratorios extranjeros, que buscan siempre doblarle el brazo al gobierno y también a este Congreso que votó la ley que votó”, dijo el jefe del bloque del Frente de Todos. 

“Cuando pasan este tipo de cosas, si así le fue bien a este laboratorio, con el eco que encontró en mucha parte de la política argentina, uno se pregunta: ¿cómo nos va a ir con el FMI? Muchas cosas que dicen del bloque de acá enfrente son ciertas: ¿cómo vamos a hacer para exportar más? ¿Para producir más? Y al mismo tiempo: ¿qué vamos a hacer con el FMI si un laboratorio nos obligó a cambiar todo el andamiaje?”  

Desde la jefatura de gabinete le bajaron el tono a los dichos de Máximo. Sin embargo, quedó flotando en el aire si las palabras no estaban dirigidas al propio gobierno nacional.