En conmemoración por el Día Internacional de Lucha contra las Violencias hacia las Mujeres y Disidencias, las principales referentes argentinas de organizaciones sociales, estudiantiles, de Derechos Humanos, partidos políticos y del movimiento feminista llevaron en sus manos, y en primera fila, una enorme pancarta que cruzaba toda la Avenida de Mayo bajo la leyenda: “No al G20 y al FMI. Abajo el ajuste de Macri y los gobernadores”. Detrás de ellas, decenas de miles de mujeres marcharon desde el Congreso a Plaza de Mayo para manifestarse ante un nuevo aniversario de los asesinatos de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, ocurrido el 25 de noviembre de 1960 durante la dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana.

“Como todos los años desde 1981 –cuando se realizó el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en Colombia-, conmemoramos la muerte de las tres hermanas. Pero también por un cúmulo de demandas actuales. Sobre todo para que se terminen todas las formas de violencia que sufrimos a diario”, resumió a Tiempo María de la Corriente Clasista René Salamanca de la CTA Autónoma.

La movilización fue puntual. Los diferentes movimientos feministas se dieron cita, tal como lo había previsto la Asamblea Feminista autoconvocada, a partir de las 17 en el Congreso. Una hora más tarde, se movilizaron por Avenida de Mayo a la Plaza de Mayo. En medio del recorrido, a la altura de 9 de Julio, el colectivo Marea realizó una fuerte performance: decenas de mujeres tiradas en el piso, simulando estar muertas, envueltas por bolsas de residuos negras.

Cerca de las 19, una enorme columna de manifestantes llegó hasta Bolívar y Avenida de Mayo donde se montó el escenario. Allí, Liliana Daunes, histórica vocera de #NiUnaMenos y referente del feminismo, leyó el documento conjunto confeccionado por todas las agrupaciones. Como no podía ser de otra manera, primero se hizo mención al crimen de Lucía Pérez, que hoy quedó impune tras la absolución de los principales sospechosos que recibieron penas menores por comercialización de drogas. Cabe recordar, que el caso dio la vuelta al mundo y fue la semilla del #NiUnaMenos en la Argentina, que luego se multiplicó a nivel mundial.

“¡Basta de femicidios, de crímenes de odio, en nuestro país la violencia machista nos quita la vida de una mujer cada 35 horas. Hoy más que nunca gritamos de rabia porque queremos justicia por Lucía Pérez. Fue un femicidio!”, gritó Daunes y agregó: “Denunciamos la justicia misógina que actúa en complicidad con los abusadores. Denunciamos el fallo dictado hoy en Mar del Plata donde se absuelven a los femicidas de Lucía imponiendo apenas una mínima condena”.

“Ante la impunidad, damos una respuesta colectiva y organizada. Ningún femicida y abusador va a quedar impune. Basta de justicia patriarcal”, insistió.

En varios tramos del texto se hizo hincapié al ajuste del gobierno de Mauricio Macri vinculándolo con un “saqueo” llevado adelante en conjunto con “los gobernadores y por mandato del Fondo Monetario Internacional” que se plasma en el Presupuesto para el año que viene que “garantiza el cierre de programas de prevención, asistencia y acompañamiento de víctimas de violencia machista”.

“Exigimos que se declare ya la emergencia de violencia de género y que se otorgue un presupuesto para la implementación de la Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres”, se remarcó en el documento. “Repudiamos que el presupuesto esté diseñado por el FMI y el Banco Mundial, que recomiendan pagar la deuda externa ilegítima y fraudulenta mediante el desarrollo del turismo sexual, legitimando así la explotación sexual, mercantilizando nuestras vidas, cuerpos y sexualidades de niñas, mujeres, travestis y trans”, denunciaron.

También, se hizo mención al movimiento en Brasil Ele Nao en contra de las posturas de Jair Bolsonaro y a las trabajadoras que están siendo despedidas por el cierre de fábricas o que son víctimas de los ajustes en las empresas o del propio Estado. A su vez, se evocó a las mujeres de los pueblos originarios que están siendo reprimidos en todo el país.

“Estamos ante un momento histórico que no tiene vuelta atrás y más temprano que tarde, será Ley. Cada uno de los legisladores que este año votaron en contra de la salud pública, la justicia social y los derechos humanos queremos decirles que son responsables de la violencia que significó impedir las decisiones personales sobre los embarazos involuntarios o peligros para la salud y de las muertes provocadas por abortos clandestinos e inseguros”, aseguraron.

Además, el documento se refirió a las diferentes jurisdicciones que todavía no adhirieron “al Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo o que dictaron protocolos con restricciones que ponen en riesgo la salud y la vida de las mujeres y personas con capacidad de gestar” e hicieron responsables a los mandatarios por “la falta de una efectiva implementación de la Ley de Educación Sexual Integral, cuyos contenidos precisos, pertinentes, científicos y actualizados son obligatorios por resolución del Consejo Federal de Educación”. En ese mismo sentido, se pidió la separación de todas las iglesias del Estado.

“Denunciamos el rol de las grandes corporaciones periodísticas que bajo la lógica del rating y la ganancia promueven la subordinación y la discriminación de mujeres y disidencias. Llamamos al escrache de los medios de comunicación que producen y reproducen la violencia machista, que nos cosifican, atemorizan y minan nuestra autoestima. También contra quienes difunden falsas noticias para criminalizarnos por mujeres, disidencias, militantes inventando enemigos internos. No somos víctimas. Somos protagonistas. Somos nuestras propias voces activas en cada territorio”, ese fue otro de los tramos importantes del texto.