Este viernes, una manifestación frente a la comisaría de la ciudad de Miramar para pedir justicia por Luciano Olivera derivó en piedrazos y la respuesta represiva de la Infantería de la Policía Bonaerense.

La protesta por el asesinato de Luciano -adolescente de 16 años que circulaba en moto y recibió un disparo en el pecho tras saltarse un control policial- comenzó de manera pacífica y con la participación de su familia. Ellos no llegaron hasta la comisaría, pero un grupo nutrido de jóvenes siguió adelante.

La bronca finalmente llegó a la dependencia de la Bonaerense con piedrazos y hasta una bomba molotov que no alcanzó a los efectivos parapetados en la puerta. La infantería procedió tras algunos minutos a desalojar la calle, dispersando a los manifestantes con postas de goma y gases lacrimógenos.

Luego, los manifestantes se desplazaron hacia la municipalidad, donde otra vez un grupo menor comenzó a arrojar piedras y rompió vidrios del frente del edificio.

Nuevamente efectivos de infantería se situaron en el lugar y volvieron a reprimir con gases lacrimógenos y balas de goma, hiriendo a siete de los manifestantes en sus piernas y el rostro.

Por el efecto de los gases, muchas de las personas fueron hacia la plaza de enfrente de la municipalidad para tomar agua y refrescarse.

Minutos antes de las 21 se reavivaron los incidentes, luego de que los manifestantes lanzaran hacia el frente de la municipalidad tres neumáticos que habían prendido fuego, lo que provocó destrozos también en el concejo deliberante, ubicado al lado.

Eran unas 50 personas, que a las piedras les sumaron botellas de vidrio que recogieron de la basura, y luego la Policía volvió a avanzar y a efectuar disparos de posta de goma para liberar la zona, que pasadas las 21.30 había recuperado la calma.

«Así es la policía en Miramar: si tenés una motito te paran porque creen que te la robaste, si andás con capucha porque hace frío te detienen», declaró uno de los manifestantes ante un móvil televisivo.

El efectivo acusado del asesinato de Luciano está detenido. Familiares denunciaron que ya venía hostigando al grupo de amigos de la víctima y era del mismo barrio.