“No se toca, Mauricio no se toca”, es la frase que hizo famoso al intendente PRO de Dolores, Camilo Etchevarren, durante el fallido acto en respaldo al expresidente Mauricio Macri por la causa que lo investiga por espionaje ilegal a familiares de los tripulantes del ARA San Juan. Ese cómico episodio, que se sumó a la poca convocatoria para respaldar al ex mandatario, recibió todo tipo de bromas en las redes sociales. La mayoría tildó de “papelón” el evento del intendente de Dolores que tiene aspiraciones a la gobernación bonaerense para el próximo 2023.

El mismo intendente, días más tarde, se opuso abiertamente a la obra del puente sobre la ruta 63 a la altura de las vías del tren que pasa por Dolores. Argumentó que “los autos pasarán a 140 kilómetros, no van a parar, y se destruirán los comercios de Dolores”. Fueron los primeros indicios de una estrategia cuestionable, una vez conocido el convenio firmado entre Trenes Argentinos y Autopistas de Buenos Aires (AUBASA) una empresa pública argentina propiedad de la provincia de Buenos Aires, constituida en 2013 mediante el Decreto N°409.

“El intendente hace política con el puente sin importarle la seguridad de su gente. Ha mentido, difamado e incitado, fiel a su estilo. La experiencia indica que las obras necesarias siempre ganan”, asegura en diálogo con Tiempo el diputado nacional por el Frente de Todos, Ramiro Gutiérrez, quien es referente vecinal de Dolores. La construcción del puente de la ruta 63 sobre las vías del ferrocarril fue anunciada a mediados del mes pasado. La estructura tendrá 272 metros de largo en total, con cuatro calzadas de circulación y una altura máxima de 5,65 metros. “Se prevé por cuestiones de seguridad, ordenamiento y transitabilidad. Frente a una proyección de entre 12 a 18 cruces de tren por día, hay que eliminar una barrera de madera como única separación entre el tren y los autos”, agrega el diputado Gutiérrez.

El proyecto de obra, apunta a eliminar uno de los paso a nivel más transitados del ramal ferroviario a Mar del Plata, que permite el enlace de la ruta 2 con la 11. Más allá de que el paso cuenta con barreras, el lugar fue escenario de trágicos accidentes, como el ocurrido el 9 de marzo de 2008 cuando un micro de larga distancia cruzó las vías con la barrera baja y resultó embestido por un tren Ferrobaires, provocando la muerte de 18 personas y heridas a otras 65. “Aún recuerdo ese accidente, estuve en ese lugar y fui quien llegó primero. Lo bomberos sacaban personas fallecidas y pedazos de cuerpos con lanzas y ganchos de las zanjas inundadas al costado del tren. Hoy esas cavas siguen estando. Desde ese día lucho por una solución”, dijo Gutiérrez.

Según informaron medios locales, hace unos días, los parrilleros de la zona cortaron la ruta 63 con pancartas que exclamaban: “No al puente”. Durante la jornada y días posteriores,  reunieron apenas unas 500 firmas en oposición al proyecto. El intendente los recibió y encabezó el pedido de nulidad ante la justicia, haciéndose cargo de los gastos derivados de la presentación judicial.

“El amparo lo presentó un abogado a fin al intendente en representación, sin adjuntar poder. La presentación la hizo en la justicia ordinaria que inmediatamente se declaró incompetente por ser competencia federal. Ahora debe expedirse el juez Federal de Dolores”, termina Gutiérrez.

El proyecto oficial de la obra en cuestión, afirma que traerá “mayor velocidad de circulación de los trenes, mayor seguridad operacional ferroviaria y elimina el riesgo de accidentes vehículo-tren”. Además, agrega, traerá “mayor fluidez del tránsito, menos interrupciones del tránsito  vehicular en la ruta provincial 63 y mejor calidad de vida para los ciudadanos y ciudadanas”. El puente se implantará sobre bases de hormigón estará construido con placas de acero tipo ASTM A36 y será galvanizado por inmersión. En cuanto a la duración total de la obra, tiene un plazo de ejecución de 8 meses. El astillero Tandanor será la entidad que llevará adelante la construcción del puente.