El bloque de legisladores y legisladoras del Frente de Todos porteño presentó este martes un proyecto de ley para expropiar el predio del barrio de Barracas donde funciona el depósito de la empresa Iron Mountain, que el lunes volvió a registrar un nuevo incendio. Propusieron que en se lugar se constituya un espacio verde público y un sitio de homenaje a las víctimas de la tragedia del 2014.

La iniciativa fue ingresada a la Legislatura por el jefe del bloque opositor, Claudio Ferreño, y acompañada por el resto de los integrantes del FDT, en torno al inmueble situado sobre Azara 1245, donde el 5 de febrero del 2014 murieron ocho bomberos y dos miembros de la Dirección de Defensa Civil durante un incendio que afectó al edificio de la compañía. 

«Consideramos que esta Legislatura debe interceder y otorgarles el reconocimiento que se merecen a través de la creación de un espacio verde de acceso público en la parcela donde ocurrió la tragedia y, dentro de este, un área conmemorativa para que los diez héroes de Barracas puedan ser recordados en paz», manifestó Ferreño.

Para ello, promovió la declaración de «utilidad pública y sujeto a expropiación» del depósito para afectarlo a la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal «con destino a la creación de un espacio verde de uso público, acceso libre y gratuito».

Además, la propuesta dispone «el emplazamiento de una área conmemorativa en homenaje a las víctimas de la tragedia ocurrida el 5 de febrero de 2014 tras el incendio del inmueble sito en la calle Azara 1245».

Según señalaron desde el FDT, «las familias de las víctimas merecen tener un lugar en el que puedan recordar en paz, mientras esperan que se haga justicia».

El nuevo incendio comenzó pasadas a las 14 de ayer en el contrafrente del depósito de Iron Mountain, en Gaspar Jovellanos al 1300, tras lo cual dirigentes del FDT expresaron sus dudas frente al segundo siniestro y la cercanía con los movimientos recientes ocurridos en la causa judicial que investiga lo ocurrido en 2014.

El 12 de abril pasado la jueza Fabiana Palmaghini envió a juicio oral y público la causa en la que se investigan el incendio de 2014, un expediente en el que hay 18 imputados entre los que figuran directivos de la empresa y exfuncionarios de la Dirección General de Fiscalización y Control del gobierno porteño, como así también un empleado de seguridad de Iron Mountain que estaba en funciones cuando se inició el incendio.

“Fue intencional”

El ingeniero Edgardo Castro, inspector que había pedido la clausura de este galpón en 2008, sostuvo este martes que el incendio de ayer «fue intencional», y aseguró que el depósito «no puede estar habilitado nunca» ya que «no tenía ninguna condición de seguridad».

«Como primera cuestión, el incendio fue intencional, nada más que esta vez lo midieron mejor que la vez pasada. Estaba mejor armado», aseveró Castro, ingeniero en Seguridad Ambiental, licenciado en Higiene y Seguridad del trabajo y auditor en sistemas de calidad y medio ambiente.

El especialista argumentó en diálogo con Télam que el incendio «fue un calco de lo que pasó la vez anterior«, debido al «tiempo de desarrollo del fuego, por la cantidad de material acumulado y cómo se derrumbó el edificio».

«Eso es técnico, no es una apreciación subjetiva. Es una evaluación científica«, aseveró Castro, quien sostuvo que al ver la noticia del incendio no se sorprendió «para nada”. En cuanto a las condiciones edilicias, señaló que el depósito «no puede estar habilitado nunca».

«Ni antes podía estar habilitado, ni ahora. No tenía ninguna condición de seguridad, pero no porque no tenía matafuegos o todas esas variables, sino porque estructuralmente no se podía habilitar para ese depósito», aseveró.

El legislador Juan Manuel Valdés (FdT) agregó: «hace solo una semana la empresa presentó un escrito en la justicia diciendo que habían vandalizado el inmueble y hoy aparece en llamas. Raro ¿no?»