«La historia hizo que Cristina lo dejara listo pero apareció una suerte de metáfora del olvido durante cuatro años y hoy recién podemos ponerlo en marcha», dijo el presidente en el acto que encabezó por videoconferencia desde la residencia de Olivos.

«Nos dejaron una deuda y un estado de cosas que cuesta mucho remontar», sostuvo, sobre la herencia del macrismo, y consideró que si no se hubiese acordado con los bonistas para reestructurar la deuda «deberíamos haber pagado 45 mil millones de dólares a nuestros acreedores». «Esos recurso que no estamos derivando al pago de la deuda son recursos que debemos dedicar a los olvidados de la Argentina», señaló. 

«Durante cuatro años se dejó sin salud a decenas de miles de argentinos que necesitaban este hospital en funcionamiento mucho antes”, manifestó y destacó que «la salud pública está por sobre todas las cosas en este tiempo». 

“Una sociedad que se olvida de sus mayores es una sociedad indigna y yo sé que la mayoría de los argentinos no queremos vivir en una sociedad así”, aseguró el jefe de Estado y subrayó: “Sepan que estamos trabajando para ustedes y que son merecedores de toda nuestra atención”. 

La administración del hospital está a cargo del Ministerio de Salud nacional, el PAMI y los gobiernos de la provincia de Buenos Aires y el municipal de Ituzaingó. Por eso el mandatario estuvo acompañado por la titular del PAMI, Luana Volnovich, y en el Hospital del Bicentenario -ubicado en Brandsen y Roca, de Ituzaingó, al oeste del Gran Buenos Aires- estuvieron el ministro de Salud, Ginés González García; el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el intendente local, Alberto Descalzo.

El hospital, el primero de la red pública en esa ciudad del conurbano oeste, iniciará sus actividades como un centro sanitario cerrado para personas con Covid-19 y suma al sistema de salud 60 camas de internación, con la posibilidad de ampliar a otras 120 en un lapso de uno a dos meses. Además, cuenta con 21 respiradores e iniciará sus actividades como un centro sanitario cerrado para personas con Covid-19.

Una vez terminada la pandemia, el hospital retomará su camino original de ser un hospital general de agudos (con 160 camas) integrado al sistema de salud pública de la provincia de Buenos Aires.

La municipalidad compró los terrenos donde ahora se ubica el hospital en 2010. La construcción se financió a través del PAMI pero a fines de 2015, con el cambio de gobierno, las obras, ya avanzadas en un 95%, se paralizaron.