Picada, empanadas y asado. Así recibió el gobernador Axel Kicillof a los 70 intendentes del Frente de Todos en la Gobernación para analizar lo que dejó el 14 de noviembre, hablar del presupuesto 2022, que está pronto a girar a la Legislatura, y de los planes para los próximos dos años. No se tocó, sin embargo, el tema que los inquieta: la ley que limita las reelecciones.

El mitin tuvo lugar en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno, hasta donde llegaron también el titular de Diputados, Sergio Massa, y el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, además de la vicegobernadora Verónica Magario y buena parte del gabinete provincial. Kicillof fue el primer orador y arrancó agradeciendo a los jefes comunales el trabajo territorial que hicieron en la campaña y que fue clave en la remontada electoral desde las PASO. Hubo aplausos.

También les presentó los lineamientos generales del Presupuesto 2022, que enviará en los próximos días a la Legislatura junto a la ley impositiva. Les prometió que mantendrá el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), que siempre es motivo de reclamo, tanto de los jefes comunales del oficialismo como de la oposición. Es que las obras del FIM son definidas por los intendentes-en su mayoría son para pavimento y bacheo- y suelen tener una ejecución más rápida. Como en otros años, los presentes pidieron incrementar el FIM.

Kicillof también habló del relanzamiento de su gobierno y de cómo enfocará su gestión en los últimos dos años de su mandato, con el foco ya puesto en 2023. Con este objetivo, el mandatario le pidió a cada ministro que defina los lineamientos urgentes para lanzar un plan en diciembre, con la idea de que los intendentes bajen las medidas al territorio. No descartó tampoco que pueda haber más cambios en su equipo, como la creación de nuevos ministerios -el de Ambiente y el de Cultura- que se vienen mencionando.

El mayor énfasis de su exposición estuvo puesto en la necesidad de aprovechar lo que le queda de mandato para acelerar la reconstrucción y prepararse para la pelea 2023. «Viene dándose una recuperación después de la pandemia, que todavía no se nota en todos los sectores», dijo, tras la reunión en ronda de prensa con periodistas acreditados en la Gobernación.

Puso como ejemplo el turismo del último fin de semana XL, pero aclaró: «No alcanza con llegar a los niveles prepandemia porque la gente votó al FdT porque las cosas estaban mal, venimos de muy abajo. El compromiso del Gobierno es trabajar para que la recuperación sea rápida y eficaz. Tiene que llegar hasta el último y la última bonaerense el proceso de reconstrucción», agregó.

Aunque aseguró que no piensa en 2023, también admitió que con un mandato no alcanza y que las reformas estructurales que prometió en 2019 llevan tiempo. «Las transformaciones estructurales sí que llevan tiempo: modificar el sistema de salud en su conjunto, modificar el sistema de educación, ir a una transformación profunda de la seguridad, son cosas que llevan tiempo. Estos dos años tienen que alcanzarnos para mostrar hacia dónde vamos, después veremos quién continúa, pero el FdT encarna esas ideas y queremos que los planes de cada una de las áreas que tenemos sean asumidas como una cuestión del frente, no de cada nombre propio», remarcó.

En el variopinto temario del asado no se habló, sin embargo, de la ley que limita las reelecciones y que fue un pedido de los intendentes al presidente Alberto Fernández y al propio Kicillof tras las elecciones. «Ni se tocó el tema», dijo escueto Kicillof, ante la consulta de Tiempo.

Esa norma, que fue aprobada en 2016, dejará sin reelección a 91 intendentes dentro de dos años, tanto del oficialismo como de la oposición. Es por eso que muchos jefes comunales buscan que se trate cuanto antes una modificación en la Legislatura que, de mínima, determine que el primer período es el de 2019 y les permita postularse nuevamente en 2023. La otra vía es la judicial.

Durante la reunión también hablaron los intendentes, uno por cada sección electoral. A su turno, cada uno hizo un balance de lo que dejaron las elecciones, de los planes y de la interacción con los ministros para lo que viene del mandato. Escucharon atentos el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde; la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez; la directora general de Cultura y Educación, Agustina Vila; los ministros de Infraestructura y Servicios Públicos, Leonardo Nardini; y de Hacienda y Finanzas, Pablo López, y el jefe de Asesores, Carlos Bianco, quienes también participaron del convite.

La reunión terminó con foto grupal en las escalinatas de la Gobernación, en un clima distendido. Kicillof se quedó un largo rato sacándose foto con cada jefe comunal y bromeó para la prensa: «¿Vieron qué mal me llevo con todos los intendentes?».