El gobernador Axel Kicillof abrió hoy la ronda de consultas de cara a lo que será la nueva etapa de la cuarentena con los intendentes del interior de la provincia, donde la circulación del virus creció en las últimas semanas y preocupa por un posible colapso del sistema de salud. Mañana habrá reunión con los jefes comunales del Conurbano, donde hay una relativa estabilidad, y también con el comité de expertos. Todavía no hay encuentro confirmado con la Ciudad y la Nación. La idea de Provincia es continuar como hasta ahora, sin nuevas aperturas.

Durante más de tres horas, Kicillof dialogó por teleconferencia con 92 intendentes del interior para examinar, en conjunto, la evolución de la curva de contagios, el nivel de ocupación de camas en los distritos más comprometidos y repasar la estrategia en común para atacar los focos que puedan aparecer en las próximas semanas.

«Estamos en un momento bisagra de la pandemia, en el que el Gran Buenos Aires está atravesando una fase de relativa estabilidad y, por el contrario, en el interior de la Provincia se empieza a vislumbrar una fase de crecimiento moderado de los casos de Covid», señaló Kicillof. Y subrayó que «la tendencia de expansión del virus es similar a la que se vivió en otros países de mundo, en el que el origen se dio en las ciudades capitales, con mayor densidad poblacional, y luego se diseminó al resto del territorio».

Según datos del Ministerio de Salud, los casos en el interior crecieron un 10% en las últimas semanas y ya representan el 8% a nivel nacional. Lo que más preocupa es que el sistema de salud en cada distrito tiene menos capacidad que en el AMBA, pese a tener menor población. Es por eso que en la reunión hubo pedidos de los intendentes por mayor personal de salud, médicos y enfermeras, y también de insumos.

En este punto Kicillof le garantizó a los intendentes que trabajarán «como Provincia en su conjunto, con un sistema de derivación unificado para que ni un solo bonaerense se quede sin la atención en el momento que más lo necesita». También se pusieron a disposición las herramientas «para el rastreo, detección, aislamiento y tratamiento de los pacientes contagiados».

Desde la Provincia se pidió a los intendentes reforzar el control y monitoreo. Y concientizar a la población para que cumpla con el distanciamiento social y no realice actividades prohibidas como reuniones sociales o fiestas que luego terminan con brotes como ya se vio en las últimas semanas en distritos como Tandil, Bragado o Laprida.

Kicillof estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, el ministro de Salud, Daniel Gollan, el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, y en forma remota por la ministra de Gobierno, Teresa García, y el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque.

La ronda de consultas de Kicillof seguirá mañana con los jefes comunales del Conurbano, donde los contagios se mantienen en una «meseta», aunque todavía el número de contagios es alto. También escuchará al comité de expertos que lo asesora.

La reunión con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, todavía no está confirmada ni tampoco tiene fecha la reunión en Olivos con el presidente Alberto Fernández, pero se estima que será entre mañana y el viernes.

Hasta ahora, la idea que prima en el gobierno provincial es continuar con las actividades permitidas hasta el momento y no habilitar más, una posición contraria a la que ya adelantaron desde la Ciudad, que buscará flexibilizar la actividad gastronómica y pedir la apertura de bares y restaurantes al aire libre.