Axel Kicillof recibió hoy la segunda dosis de la Sputnik V y completó así su inmunización frente al coronavirus. El gobernador se vacunó en el hospital San Juan de Dios, en La Plata, en el arranque de la última etapa de inoculación para los trabajadores de la salud, el primer grupo de riesgo que comenzó a vacunarse el 29 de diciembre pasado.

«En medio de tanta incertidumbre y de una enfermedad tan terrible, estamos dando los pasos para terminar con este infierno a través del programa de vacunación», dijo Kicillof a la salida del hospital y remarcó: «Es un día muy emocionante. Estamos todos muy emocionados».

El mandatario celebró la autorización por parte de la ANMAT de la aplicación de la vacuna rusa para los mayores de 60 años. Contó que, por esto, también se aplicó la primera dosis el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan. Ahora, con ese permiso, en todos los hospitales se hará extensiva la primera dosis al personal de salud incluido en ese grupo.

Kicillof precisó que, hasta el momento, se aplicaron 94 mil vacunas en toda la provincia y que más de un millón de boanerenses ya se preinscribieron al programa a través de la web vacunatepba.gba.gob.ar. También reiteró que, a medida que vayan llegando más dosis, comenzará la vacunación masiva en las escuelas.

«Estamos muy conformes. Esperábamos estar cumpliendo 100 mil vacunados con la primera dosis. Es muy exigente, es complejo, pero nos llena de felicidad y emoción decir que tenemos algo con lo que enfrentar el virus acá en Argentina y en la provincia», afirmó el gobernador. Y agradeció al presidente, Alberto Ferández, y al ministro de Salud, Ginés González García, y a su equipo, por las gestiones para la llegada de la vacuna.

Palos a Larreta


Consultado sobre la vuelta de las clases, el mandatario bonaerense reiteró que la idea de su gobierno es ir a «una presencialidad combinada», es decir, un mix entre actividades en las escuelas y de modo virtual. Kicillof aprovechó para diferenciar la realidad educativa de la provincia con la de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuyo gobierno anunció que abrirá las escuelas el 17 de febrero.

«Estamos pensando en volver a la presencialidad especial porque hay que dividir los grupos. Es probable que se haga por turnos. Puede que vayan dos días y obvio que las clases tendrán una duración distinta. Son muchos elementos», dijo y agregó: «Es de una complejidad incomparable con esas sombrillas que se veían en un patio».

Kicillof precisó que la provincia cuenta con más de 10 mil establecimientos educativos y que la presencialidad aplicada en CABA el año pasado no tuvo que ver con dar clases. «Es de una complejidad incomparable con estas sombrillas que se veían en un patio. Eso no tiene nada que ver con algo serio y real que es lo que hay que hacer de ahora en adelante», dijo.

En este punto fustigó el plan de Horacio Rodríguez Larreta. «En los lugares en donde hubo presencialidad, incluso en la Ciudad, fue más de vínculo y social que educativa. No se daban clases, entonces lo que estamos proponiendo es algo superior: volver a dar clases con algún tipo de presencialidad».

Para reforzar la comparación, el gobernador recordó que el sistema educativo bonaerense cuenta con una matrícula de 3,3 millones de estudiantes de primaria y secundaria. «Fíjense que la Ciudad no llega a 3 millones de ciudadanos. Es un volumen muchísimo más grande y la vamos a enfocar con la seriedad con la que hemos dado cada uno de los pasos que dimos», cerró.