Este jueves es el tercer y último día del verdurazo y acampe de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), que agrupa a pequeños productores. En total donaron 30 mil kilos de verduras a quienes pasaron por el Congreso. El objetivo de estas medidas fue visibilizar y acompañar la presentación de una propuesta de ley denominada Fondo fiduciario público de crédito para la agricultura familiar (D-883/2018).

La audiencia pública en la que se trató la iniciativa tuvo como objetivo facilitar el acceso a tierra propia por medio de créditos blandos para las familias agrícolas. A punto de arrancar con “la euforia de la verdura”, como llama Agustín Suárez, dirigente de la UTT, al reparto masivo de sus productos, le relató a Tiempo Argentino que luego de la incertidumbre acerca de la participación de los diputados en la audiencia pública del miércoles –fue un día complejo en materia legislativa, ya que además de las audiencias por el abortó se intentó tratar el tarifazo. Sin embargo, la evaluación de los dirigentes de la agricultura familiar fue positiva ya que se presentaron varios legisladores, entre ellos, los principales referentes de la comisión de Agricultura, que es donde debe debatirse el proyecto.


Franco Segesso, otro de los referentes presentes, concuerda con la valoración positiva por la participación de los diferentes bloques, y del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires y el de Desarrollo de Nación, aunque señala la gran ausencia del Ministerio de Agroindustria de Nación. El dirigente rural cuenta que recibieron el apoyo del Bloque Justicialista, del FPV y de algunos diputados oficialistas, como Graciela Ocaña, y que legisladores del bloque de Martín Lousteau, que pertenecen a la comisión de Finanzas, también se acercaron con interés. El diputado radical Atilio Benedetti, que es quien preside de la comisión de Agricultura, “fue más cauto, aunque se mostró dispuesto a trabajar la propuesta, pero lo hizo a título personal, no como bloque”.

Segesso cuenta que también se habló sobre “la tierra ociosa que tiene el Estado, y que sería muy productiva en mano de pequeños productores, no como las Fuerzas Armadas que se las arrienda a grupos como Grobocopatel”. Los próximos pasos de los dirigentes de la UTT serán las reuniones para completar el proceso legislativo, ya que luego de la Comisión de Agricultura, debe pasar por la Finanzas y Presupuesto.

Mientras tanto, fuera del Congreso, es llamativa la cantidad de gente que se congrega para retirar las verduras que se están donando. Como en los últimos dos días, la gente empieza a llegar a las 4 de la mañana  a pesar que el reparto recién comenzaba a las 11.30: “Esto muestra la necesidad de la gente de que nuestro sector pueda producir alimentos. Productores y consumidores somos dos sectores que deberíamos estar más conectados y el Estado debe tener mecanismos más viables para que se puedan consumir productos a buen precio. La agricultura familiar produce el 60% de los alimentos y los aumentos nos están matando. Entre los alquileres que son altísimos y que no asegura que se puedan hacer mejoras, ni en tema de vivienda ni en temas eléctricos, las tarifas han subido al punto de asfixiarnos”, analiza Segesso.

La agricultura familiar produce buena parte de los alimentos que se consumen en el país en solo el 13% de la superficie cultivable. Sin embargo, los pequeños productores son el área más desprotegida por la gestión de Cambiemos:  “El 70% de nuestros compañeros no son dueños de las tierras que trabajan y esto los lleva a vivir en condiciones muy marginales, ya que el Estado no está presente en la agricultura familiar. El próximo paso es que el proyecto se trate y se hagan las modificaciones que se tengan que hacer, que ya estuvimos hablando y no son sustanciales. Básicamente son créditos blandos para el acceso a la tierra”, dice el dirigente de la UTT.