La información tuvo su origen en el Ministerio de Defensa que consuce Oscar Aguad: “Siete llamadas satelitales se realizaron desde el submarino ARA San Juan y no llegaron a enlazar con bases de la Armada Argentina”, decía el comunicado emitido el sábado por la tarde.

Según Defensa, «esa serie de llamadas indicaría que la tripulación intenta restablecer contacto, por lo que se trabaja para determinar su localización precisa».

Las posibles llamadas desde el submarino perdido hace tres días, con una duración de entre 4 y 36 segundos, fueron recibidas entre las 10.52 y las 15.42 en distintas bases de la Armada, aunque no llegaron a establecer contacto.

La empresa estadounidense Iridium, prestadora de servicios de telefonía satelital responsable de la línea con la que opera el submarino San Juan, había sido la responsable de confirmar la información.

Sin embargo, ya el domingo a la mañana y siempre dentro de la escasa oficial que se brinda sobre la suerte de los 44 tripulantes del submarino, la propia Armada se encargó se desvanecer las ilusiones de los familiares que esperan en Mar del Plata, al confirmar que no hay ninguna evidencia comprobada sobre el origen de las famosas siete llamadas.

Gabriel González, jefe de la base naval de Mar del Plata, que era el destino final del ARA, admitió que no está confirmado que las siete llamadas haya sido del submarino perdido: «Se está analizando la posibilidad de confirmación de que provengan del submarino San Juan. No tenemos una clara evidencia de que hayan provenido de esa unidad».

Al respecto, agregó que «cuando se tenga confirmación de que la comunicación provengan de la unidad submarina se va a buscar hacer la geolocalización» y contó que «las llamadas, algunas fueron a teléfonos de la armada y otras a otros que no tenemos identificados».