A pocas horas del arribo del presidente Alberto Fernández a Israel para participar del Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto, la Cancillería argentina ratificó su “firme y sostenido compromiso con la preservación de la memoria” de aquel hecho, y con la “lucha contra el antisemitismo y toda otra forma de discriminación” como política de Estado.

Además, anticipó que el próximo 27 de enero, el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá participará, como quienes lo precedieron en la función, del acto en memoria de las víctimas del Holocausto que se realizará en el Palacio San Martín en coincidencia con la fecha establecida por las Naciones Unidas para recordar el 75 aniversario de la liberación de los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau.

El documento de la Cancillería recuerda: “Ser antisemita y discriminar en nuestro país es un delito”. Y agrega: “En todos los ámbitos, nuestra política es condenar el antisemitismo como discriminación. En las Naciones Unidas, apoyamos la resolución 73/285 del 2 de abril de 2019, que reafirma ‘la lucha contra la intolerancia, los estereotipos negativos, la estigmatización, la discriminación, la incitación a la violencia y la violencia contra las personas basadas en la religión o las creencias’. Hemos señalado que el terrorismo y el extremismo violentos cuando conduzca al terrorismo, en todas sus formas y manifestaciones, no pueden ni deben vincularse a ninguna religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico”.

En el texto hay una mención a la situación del antisemitismo en la Argentina basada en un informe de 2018 del Centro de Estudios Sociales de la DAIA, cuya titular Marisa Braylan señaló que, si bien aumentó en los comentarios de las redes sociales, “es de muy bajo nivel de violencia en comparación con Europa. “En estos últimos años se mantiene más o menos el número y la intensidad de antisemitismo. No puedo decir que es un país (Argentina) antisemita de ninguna manera como tampoco podría decir que es un país racista en general. Si revisamos las redes también se escriben y se comentan barbaridades respecto de otros grupos vulnerables como las mujeres o los grupos originarios. Si se rastrean detenidamente los comentarios que salen se verán que son agresivos hacia esos grupos. Lo que sí creo es que frente a determinadas motivaciones, sobre todo con la impunidad y la cobardía de hacerlo frente a una computadora, salen comentarios que capaz que en otro contexto la gente no haría”, expresó Braylan.

El informe va a contramano de lo que ocurre a nivel mundial, incluyendo la Unión Europea, cuya última encuesta publicada en 2018 muestra un alarmante crecimiento del porcentaje de personas que se declaran antisemitas en países como Alemania, Francia, Austria, Polonia y Grecia entre otros. Todos ellos por encima del 30% de la población. De hecho, en la convocatoria al Foro de Líderes advierte sobre “el ascenso de un discurso de odio cada vez más violento, de expresiones de antisemitismo muy radicalizadas y de la reaparición del odio racial y de la xenofobia, particularmente en Europa”.

Uno de los párrafos del documento difundido por la Cancillería parece explicar el hecho de que el presidente Argentino haya sido el único latinoamericano en ser invitado al Foro de líderes: “Participamos en la Red Latinoamericana de Prevención de Genocidios (somos fundadores junto con Brasil); de la Global Action Against Mass Atrocity Crimes (GAAMAC) de la que somos iniciadores junto con Suiza y en la que ejercemos la presidencia desde 2020 y somos el único país de América Latina miembro de la Alianza International para la Memoria del Holocausto (IHRA)” que integran, entre otros, Canadá, Estados Unidos, y Australia, destaca. En la Argentina, el IHRA está representado por la Cancillería, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y el de Educación, junto instituciones de la sociedad civil.