Mientras el gobierno nacional busca seguir fragmentando a la CGT, Hugo Moyano empuja a los dirigentes sindicales a unificar un discurso de cara al paro general y busca fortalecer la figura de Juan Carlos Schmid para que sea el futuro secretario General de la CGT.

Ayer por la noche, la mesa chica de la CGT se reunió en el sindicato de cerveceros en el barrio de Almagro. Allí se intentó unificar posturas de cara a la reunión del Consejo Directivo de la CGT que se llevará a cabo el próximo jueves en el edificio de la calle Azopardo.

Puertas adentro de la CGT ya dan por confirmada la fecha del 6 de abril para el paro. La necesidad de descomprimir la situación interna de la central obrera y la presión de las bases lo hacen casi inevitable pese a que hay dirigentes que insisten con postergar un poco más la medida.

En ese marco, la figura de Schmid crece por si sola. Su pertenencia a la poderosa Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y el apoyo de Hugo Moyano lo posiciona por encima de los otros triunviros de cara a lo que viene. Tanto Héctor Daer como Carlos Acuña tienen sus acciones en baja. El origen en los gremios de servicios y la pertenecía partidaria al espacio que conduce Sergio Massa parece haber sellado la suerte de los dos dirigentes.

Al mismo tiempo que la CGT intenta unificar su discurso y comenzar a perfilar la vuelta al unicato, desde el Gobierno siguen apostando a la fragmentación. En ese marco esta semana los ministros Francisco Cabrera, de Producción, y Jorge Triaca, de Trabajo, se reunirán con los gremios industriales. En esa misma sintonía, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, inaugurará una nueva planta de Peugeot y aprovechará allí para anunciar las modificaciones consensuadas con SMATA para el convenio colectivo de la actividad.

El otro frente al que apunta el Gobierno para fragmentar aun más el movimiento sindical es el transporte, puntualmente a la UTA. Por eso desde la CTA señalan a Roberto Fernández, el secretario general del gremio que agrupa a los choferes de colectivos, como la cuña de Cambiemos en la CGT y como el principal responsable de que el movimiento obrero no haya podido concretar la mentada unidad de acción en torno a un paro general convocado por todas las centrales sindicales.

Más allá de estas acciones puntuales, el núcleo menos dialoguista dentro de la CGT asegura que no hay margen para dar marcha atrás. La verdad será develada el próximo jueves luego de la reunión de la conducción de la CGT.