Entre la sinuosa negación de una eventual candidatura, como deslizó esta semana Mauricio Macri y la confirmación de Patricia Bullrich de competir con quien sea, el PRO aumenta el volumen de su interna y gana centralidad dentro de Juntos por el Cambio, frente a un radicalismo que, a contrapelo de sus definiciones orgánicas, sigue detrás de la hegemonía del partido amarillo dentro de la principal coalición opositora. Los gestos surgirán en distintos puntos del país, pero en las últimas jornadas se concentraron en la Provincia de Buenos Aires, el mismo territorio donde, según vaticinó el extitular de la Cámara Baja, Emilio Monzó, JxC podría perder si el año que viene no se realizan las PASO.

Este viernes, como si fuera un precandidato, Macri visitó las localidades bonaerenses de San Nicolás y Campana. En la primera escala el magnate hizo una doble exhibición. Se mostró con el intendente Ismael Passaglia, uno de los dirigentes que hasta hace un tiempo estaba más cerca del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. El segundo gesto pasó por el diputado nacional Cristian Ritondo, que también participó de la recorrida que les había armado el anfitrión. El exministro de Seguridad bonaerense y actual titular del bloque del PRO en la Cámara Baja construye su candidatura a gobernador con la misma velocidad que Bullrich le imprime a sus ambiciones presidenciales. La foto nicoleña de Macri con Ritondo es un mal augurio para el tejido silencioso que desarrolla el exvicejefe porteño Diego Santilli, que amasa sus planes para pelear la provincia dentro del esquema que lidera Rodríguez Larreta para el 2023.

Para Bullrich, Larreta y Macri, la Provincia retoma la centralidad en sus agendas preelectorales, pero en un momento en que los números de las encuestas no son los mejores para el alcalde porteño. La saga de endurecimiento en su gestión, como la confrontación con los alumnos secundarios que tomaron escuelas, es analizada por sus competidores amarillos como un giro que confirma la necesidad de revertir la pendiente declinante.

También incluyen en esa lectura a la oficialización de su nueva pareja, la funcionaria porteña Milagros Maylín. «Está teniendo algunos gestos de desesperación porque no repunta, pero cuando se hace el duro no le creen y el espacio del centro se lo está disputando con más fuerza el radicalismo», analizó un observador de la interna que reporta a Bulllrich.

La titular del PRO cerró este sábado un acto en Mar del Plata. Allí juntó a toda su escudería bonaerense, con el intendente Guillermo Montenegro como anfitrión y aliado. Es otro referente que suma Bullrich en su armado, aunque el objetivo del evento estuvo concentrado en reafirmar sus aspiraciones y repasar su plataforma programática más dura.

En el entorno de la exministra sostienen que no lo hace concentrada en los movimientos de Macri, pero el expresidente presentará este martes su segundo libro «Para Qué» en el predio que la Sociedad Rural Argentina ocupa en Palermo. Se estiman unos 200 invitados y una escenografía donde el magnate se referirá a un texto donde, al igual que Bullrich, define algunas ideas programáticas vinculadas a un shock que incluiría un drástico ajuste y achicamiento del Estado. Sin embargo, la campaña permanente del expresidente sumó la semana pasada un giro cuando eligió mostrarse afuera de la interna del PRO, pero a la vez incorporó a la exgobernadora María Eugenia Vidal, cuando Larreta la piensa para otros destinos electorales, lejos de la pelea presidencial.

«No me he anotado. Creo que es el momento de pelear por las ideas y los valores, no por la propia. Estoy en la cancha, siempre voy a estar en la cancha. No voy a abandonar a la gente. Siento que sembré, puse la semilla, pero ahora el árbol es de todos los argentinos», pontificó Macri en una entrevista con la filial cordobesa de Radio Mitre. En San Nicolás dijo casi lo mismo. Insistió en que las ideas son más importantes que las candidaturas, para relatizar de una posible postulación.

Cerca de Bullrich estiman que Macri todavía no sabe qué decisión tomará. «Patricia no va a ser empleada de Macri, pero lo va a cuidar y reivindicar en las ideas», detallaron en la conducción del PRO.

Con ese objetivo también habló en Mar del Plata, aunque una eventual candidatura de Macri podría perjudicarla porque representan y a la vez disputan el mismo electorado, que sigue virando a la derecha, pero a que a la vez les permite contener la fuga que beneficia al ultraderechista Javier Milei.

Bullrich, al igual que Macri, habló de Shock. Volvió a prometer una economía bimonetaria, una reforma laboral y redobló la arenga en materia de seguridad que viola la legislación vigente. «Hoy necesitamos. Porque es un ataque a la soberanía y no alcanzan las fuerzas de seguridad. Necesitamos usar a las fuerzas armadas. Vamos a trabajar para darles la oportunidad histórica de sacarlas del rincón donde han estado durante 40 años, es hora de sacarlas, de darles la oportunidad de vivir en el futuro y no de pensar siempre que van a ser iguales», arengó, cuando habló de la lucha contra el narcotráfico en Rosario.

Con ese libreto mantendrá una visita semanal al conurbano durante los próximos meses y continuará intercalando locaciones con su aliado Ritondo, que también se muestra con Macri. Las coincidencias entre los tres son un freno para los planes de Larreta dentro del PRO. Le cierran las chances de disputar la franja del electorado más duro y a la vez más amplio del espacio. Lo traccionan por posiciones duras, mientras el radicalismo comienza a orientar su interna entre el diputado y médico Facundo Manes frente al gobernador jujeño y titular de la UCR, Gerardo Morales.

«Falta mucho para las elecciones. El radicalismo está trabajando para llegar bien y en condiciones de disputar las PASO. Yo voy a ser candidato» aseguró el mandatario provincial en el encuentro de empresarial de IDEA. Sin embargo abrió el paraguas ante una eventual suspensión de las PASO o una multiplicidad de internas. Nadie dijo una palabra sobre la advertencia que lanzó Emilio Monzó el lunes en una entrevista televisiva. Dijo que si el peronismo logra suspender las primarias, en la provincia las posibilidades de perder son muy grandes. Y eso podría dañar el proyecto nacional. Morales no lo mencionó, pero en IDEA defendió la iniciativa de que JxC tenga «un candidato de la UCR y uno del PRO» en la fórmula presidencial.

Primero mencionó al radicalismo como una forma de reclamar la cabeza de la lista, aunque abre la posibilidad de una negociación. También volvió a exhibir la certeza que tienen de que Macri buscará volver a la contienda electoral. «Tiene todo el derecho de ser candidato», aseguró, y a la vez dijo que JxC «tiene que garantizar un gobierno de coalición. Para eso las formulas cruzadas pueden ser una garantía».

En una mesa de gobernadores, Rodriguez Larreta tuvo su turno para hablarle al empresariado. Volvió a insistir con construir un «amplio consenso» y se mostró moderado. En el evento Bullrich fue la que más atenciones concentró y el ranking que celebraron en su equipo fueron los almuerzos. Milei también fue expositor en otro panel y tuvo una comida con empresarios.

Dicen que, al igual que Larreta, había superado la decena de comensales. Bullrich contó con más de 80, celebraban en Mar del Plata, luego del acto que compartió con el intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, y Joaquín De la Torre, uno de los enviados del PRO a la cena que el jueves compartieron con Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro, que llegó al país para hacer una recorrida y reunir fotos de cara a la segunda vuelta que disputará su padre el 30 de octubre contra Lula Da Silva.

De la Torre le posibilitó ese objetivo. «Hoy recorrí el conurbano con Eduardo Bolsonaro. Me pidió ver en primera persona los desastres que hizo el kirchnerismo», replicó el dirigente de San Miguel para cumplir con el pedido del dirigente de ultraderecha, que también esta interesado en la provincia de Buenos Aires.