La familia de Casey Wander, el niño de 11 años de edad que en un acto en la ESMA formuló ante los medios de comunicación una encendida defensa del kirchnerismo, demandó a Canal 13, a Radio Mitre y a los periodistas Jorge Lanata y Magdalena Ruiz Guiñazú por los conceptos supuestamente peyorativos que pronunciaron sobre aquella situación. La familia del niño reclama una indemnización de dos millones de pesos; el juicio está en pleno trámite, ya que varios intentos de mediación entre las partes terminaron en fracaso. Lanata, incluso, no pudo ser notificado de la causa civil porque rechazó las notificaciones que le fueron enviadas a su domicilio.

El 27 de octubre de 2014, el niño concurrió con sus padres a un acto de recordación de las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura. Allí, sorprendió con un discurso infrecuente en pequeños de su edad. Reivindicó al gobierno de entonces y anunció su deseo de ser presidente de la Nación en un futuro impreciso, por un partido que dará en llamar, en una suerte de amalgama, “Peronismo para la Victoria”.

Aquella secuencia le generó aplausos y rechazos. Por los primeros, llegó hasta la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, quien lo recibió en su despacho. Por los segundos, le llovieron -a él y a su familia- críticas de todo tipo.

“Andá a Disney querido; jugá a la PlayStation, tus viejos te están cagando, te están quemando la cabeza. No les des bola a esos tipos, a tus padres. Vos no podés hablar como Aníbal Fernández, porque sos un nene de 11 años y no tenés la más puta idea de lo que estás diciendo, no te hagas el canchero, yo también me quería hacer el canchero cuando era chiquito y parecer más grande. Es el hijo de Goebbels, es el hijo del Ministro de propaganda de Hitler… de dónde salió este chico?, encima le mienten”, dijo en su programa de TV el periodista Lanata.

Ruiz Guiñazú, en su programa radial, comentó la situación aludiendo a la “familia Göebbels”.

La causa lleva el número 27400/2016 y está radicada en el juzgado civil número 89 de la Capital Federal, a cargo del juez subrogante Luis Dupou.

“El sometimiento al escarnio público, particularmente en la Escuela Primaria a la que asiste, y que responde únicamente a la actividad artera y dolosa de los demandados, repercute en las relaciones interpersonales con sus compañeros de grado, manifestándose un permanente estado de depresión, bajo nivel de tolerancia al diálogo, sensibilidad excesiva, lo que repercute en la reducción de su actividad social”, sostiene la demanda. Los compañeros del niño le preguntan: “’¿cuándo es que vas a ser presidente?’, hasta zaherirlo como ‘el hijo de Göebbels’ o si ‘te llegaron los pasajes para visitar Disney World’ (conforme sugerido por el co-demandado Jorge Lanata)”.

Tomando como referencia sendos dictámenes del INADI y de la Defensoría del Público, la demanda concluye que “nada -pero nada- puede haber que justifique el escarnio de un menor y llevar a la enésima potencia sus inocentes declaraciones y los comentarios descalificantes y difamantes que se esparcieron por las redes y los medios de comunicación”.