Alberto Fernández cosechó el apoyo de 75 intendentes peronistas de la provincia de Córdoba tras su visita de tres días. De esta manera, dio un paso más en su estrategia de mostrar apoyo territorial de gobernadores e intendentes en un pago hostil en el que el anticristinismo es alto, pero el antimacrismo también.

El objetivo de la campaña del Frente de Todos en la provincia fue claro: dejar el pasado atrás y mostrar diálogo directo del precandidato con los dirigentes territoriales.

Uno de los tejedores del encuentro es el presidente del PJ cordobés, el senador Carlos Caserio, que siempre tuvo el teléfono abierto para hablar con Fernández.

Las dos críticas centrales que hace la dirigencia y la ciudadanía cordobesa a la exmandataria CFK son el conflicto con el campo (2008) y la falta de intervención nacional cuando se levantó la policía provincial por un reclamo salarial (2013). La respuesta de Alberto F. esquivó las excusas. «No se puede pensar la Argentina sin Córdoba», dijo.

Otro de los recursos fue recordar el vínculo de militancia compartida que tuvieron el exgobernador José Manuel de la Sota y el precandidato cuando convivieron en la Renovación Peronista, en la década del ochenta.

Los encuentros con la militancia territorial para afinar la campaña fueron dos. Primero reunió a 700 dirigentes, entre candidatos e intendentes, en una convocatoria que garantizó Caserio. Y luego se llevó el compromiso de 75 jefes comunales peronistas. El objetivo es pescar en el creciente antimacrismo que surge a partir del malestar en pueblos y ciudades vinculadas a la industria, en donde abundan los despidos y suspensiones.

«A partir de la prescindencia de El Gringo (el gobernador Juan Schiaretti) lo más importante es que logramos el apoyo expreso de dirigentes territoriales que en la provincia militaron para Schiaretti», sintetizaron voceros del espacio, después de la maratónica visita que incluyó recorridas y encuentros de los que participó Sergio Massa, un dirigente que, si bien compite en territorio bonaerense, tiene un alto nivel de conocimiento en otras provincias, un aporte que se definió poner en juego.

Además, en Córdoba Massa formó parte del frente electoral UNA con De la Sota en 2015, alianza que lo emparentó al ponderado exgobernador.

El tigrense, que puso a disposición del Frente de Todos el aparato comunicacional electoral con el que ya contaba desde hacía varias elecciones, también cumple con la tarea de visitar territorios hostiles al peronismo más kirchnerista. El viernes le tocó visitar Jujuy, provincia en la que el peronismo está dividido y el gobernador Gerardo Morales, que mandó a poner presa a Milagro Sala, fue reelecto. Allí Massa se reunió con los candidatos de la lista en esa provincia y como parte de su agenda en Jujuy junto a los precandidatos a diputados nacionales por el Frente de Todos Carolina Moises, Carlos Canteros y Luciana Santillán. También visitó a empresarios en la capital provincial y luego se trasladó al interior, a la ciudad de Palpalá, donde se reunió con intendentes, concejales y comisionados municipales, además de recorrer la planta de Aceros Zapla SA.

Otro pago competitivo es la vasta provincia de Buenos Aires. Si bien hay confianza en que la fórmula de Axel Kicillof y Verónica Magario pueda llegar a ganar, la campaña comunicacional de María Eugenia Vidal es intensa. Es por eso que el miércoles pasado, la dirigencia bonaerense con Alberto Fernández a la cabeza delineó mensaje y metodología para salir a militar el triunfo en el distrito electoral más importante de la Argentina. Las tareas se repartieron y los roles también. Los intendentes que tienen un alto porcentaje de intención de voto, como el histórico Juan José Mussi de Berazategui, que roza el 70%, militan la boleta completa para ayudar desde abajo hacia arriba a las fórmulas provincial y nacional.

Además recorren partidos vecinos en donde gobierne el oficialismo de la mano de los dirigentes locales. Magario hará campaña en el Conurbano y Axel en el Conurbano y las ciudades del interior. Massa, además de viajar a otras provincias, también recorrerá por su cuenta el terreno bonaerense y compartirá actos con Kicillof.

Alberto F. tiene agenda en el Conurbano. Este lunes se reunirá con centros de estudiantes secundarios en Almirante Brown y luego visitará el parque industrial de Burzaco. Después tendrá actividad con jubilados en Lomas de Zamora junto al intendente Martín Insaurralde y la diputada massista Mirta Tundis.

La agenda por el interior  para esta semana sigue intensa. El martes viajará a La Rioja, donde el gobernador peronista reelecto Sergio Casas lo espera. El jueves y viernes visitará el tercer distrito electoral, la provincia de Santa Fe, donde la unión del peronismo destronó al socialismo. Allí el precandidato presidencial se reunirá con el flamanate gobernador electo Omar Perotti.

«Desde el oficialismo tratan de imponer que Alberto no tiene apoyo de la política y los gobernadores y los intendentes lo desmienten todo el tiempo», sintetizó una fuente del comando de campaña. «