María Clara Mitjans Losardo, la hija de la todavía ministra de Justicia, Marcela Losardo, trabaja como prosecretaria administrativa de la Sala Cuarta de la Cámara Federal de Casación Penal, el tribunal que hasta diciembre pasado (cuando ella fue promovida a ese cargo) ocupaba el cuestionado hoy presidente la máxima instancia penal del país, Gustavo Hornos.

La hija de la ministra ingresó al Poder Judicial el 12 de julio de 2016, apenas meses después de la llegada de Mauricio Macri a la presidencia de la Nación y cuando todavía estaba cursando la carrera de abogacía en la Universidad de Buenos Aires.

Clara Mitjans Losardo se recibió en noviembre de 2019 y fue el por entonces presidente electo Alberto Fernández quien le entregó el diploma de honor con el que concluyó sus estudios. El significativo momento fue retratado por su madre en la red social Twitter, con video incluido del acto de graduación.

La hija de la ministra trabajó sólo algunos días con Hornos, el juez que quedó envuelto en un severo cuestionamiento sobre su imparcialidad después que se comprobara que en al menos seis oportunidades se reunió en la Casa Rosada con el ex presidente Macri.

Dos de sus colegas, Angela Ledesma y Alejandro Slokar, le pidieron que renuncie a la presidencia de la Casación; la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, criticó su conducta, pues las reuniones con el ex presidente ocurrieron en ocasiones en fechas coincidentes con la ratificación de procesamientos y multimillonarios embargos en su contra. Hornos, como integrante de la Sala Cuarta del tribunal (la misma en la que ahora trabaja la hija de Losardo) firmó esos fallos contra CFK.

En diciembre de 2020, Hornos fue designado presidente de la Casación para el período 2021 y mientras dure su mandato dejó de integrar la Sala Cuarta.

Mitjans Losardo es una brillante abogada de 26 años de edad que inició su carrera judicial como “escribiente auxiliar” de la Sala 1 de la Cámara Federal porteña, pero en dos oportunidades pidió licencia  porque pasó a desempeñarse como “jefa de despacho” (relatora) del Tribunal Oral en lo Penal Económico número 3, integrado por los jueces Karina Perilli, Jorge Zabala y Luis Alberto Imas.

El 22 de diciembre de 2020, la Corte Suprema -con las firmas de los jueces Carlos Rosenkrantz, Elena Highton de Nolasco, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti – prorrogó la licencia en la Cámara Federal de Mitjans Losardo hasta el 31 de mayo de 2021.  Ese mismo día se produjo su pase a la Cámara de Casación, a la Sala que por entonces integraba Hornos y hoy la componen Mariano Borinsky, Javier Carbajo y Angela Ledesma.

Hornos y Borinsky firmaron sendos fallos que llevaron a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner al juicio oral que hoy afronta en la causa conocida como Obra Pública y a quedar procesada y en camino a otro juicio oral por la firma del Memorando con Irán para avanzar en el esclarecimiento del atentado contra la AMIA.

El de María Clara Mitjans Losardo no es, ni por lejos, el único caso de familiares que ingresan a lo que se conoce en tribunales como “la familia judicial”.

En cada despacho -incluidos los de la Corte – hay un pariente de jueces, fiscales, abogados y funcionarios del Poder Judicial. Generalmente van a desempeñarse en despachos que no están bajo la tutela directa de quienes recomendaron sus ingresos, pero tampoco están muy lejos de ellos y sus protecciones.