El mismo dia en que se cumplen los 23 años del secuestro y desaparición del estudiante universitario platense Miguel Bru, a manos de la Policía Bonaerense, su madre, Rosa Bru, se encadenó en las fiscalías platenses para pedir que separen al fiscal que lleva adelante la búsqueda de los restos del joven. La mujer, acompañada por otras madres de víctimas de violencia institucional, se ató con cadenas a las escalinatas del edificio mientras esperaba que el fiscal general acepte su pedido. La búsqueda lleva diez meses inactiva.

El pedido presentado este mediodía ante el fiscal general Héctor Bogliolo, en las fiscalías de La Plata. En el escrito, Rosa Bru pidió que se aparte de la búsqueda al titular de la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) 4, Fernando Cartasegna, y solicitó que el ratreo de los restos de su hijo queden en manos de otra mujer, la fiscal N°2, Betina Lacki.

“Al fiscal Cartasegna no le interesa la búsqueda de Miguel. Lo ha demostrado en más de una oportunidad”, se quejó la mujer. “En los seis años que está actuando en la causa hizo solamente dos rastrillajes, uno en berisso y otro en la plata, en calle 10”, agregó sentada al sol en la puerta del edificio de fiscalía. Rosa Bru se encadenó a las barandas de la escalinata con una larga cadena que también unía por la cintura a unas 10 madres de otras víctimas de la violencia policial, como la madre de Ezequiel Demonty, de Sebastián Bordón y Edgardo Godoy, entre otros.

La causa por la desaparición de Miguel Bru resgistra un total de 36 operativos de búsqueda, pero desde que recayó en la fiscalía 4 registró solo dos: la última fue el 8 de octubre de 2010 en un terreno en pleno centro de La Plata.

El reclamo frente a las fiscalías se produjo en el mismo día en que se cumple un nuevo aniversario de aquel 17 de agosto de 1993, cuando el subcomisario y jefe del servicio de calle de la Comisaría Novena de La Plata, Walter Abrigo, y el sargento primero Justo López, secuestraron a Miguel, lo llevaron a la seccional, ubicada a seis cuadras de la Gobernación, lo torturaron hasta asesinarlo, y luego desaparecieron el cuerpo.

“Hace 23 años que nos venimos preguntando lo mismo: ¿Dónde esá miguel? Y la necesidad es la misma que el primer día: que se investiguen todas las pistas hasta que aparesca Miguel. Pero no podemos investigarlo porque esaes la decisión de él”, dijo Rosa Bru.

Y recordó que no fue la justicia quien más avanzó en la causa: “Fue por el compromiso de los compañeros y los amigos de Miguel y el periodismo que nosotros logramos llegar a donde llegamos: a un juicio en el que se demostró que fue torturado, asesinado y desaparecido en la comisaría Novena de La Plata por policías. Sin embargo, uno de esos policías, Justo López, ya está en la casa. El otro, (Néstor) Ábrigo, tuvo el beneficio de la muerte”, se quejó.

Vigilia por los 23 años

La protesta se realizó el mismo día en que la familia, los amigos y la Asociación Miguel Bru -creada para acompañar casos de violencia institucional- realizarán desde las 19 y hasta las 2 de la mañana una vigilia frente a la Comisaría 9° de La Plata. El encuentro será con una radio abierta, proyecciones de videos, muestra de los talleres de jóvenes y adolescentes que participan de la Casa de Cultura y Oficios Miguel Bru. Además actuará la Murga La Gran Puta y “Teatro X la Identidad, La Plata”.

La vigilia es un homenaje y una conmemoración simbólica que se realiza desde el año 2000 para reclamar la aparición del cuerpo de Miguel Bru.