La crisis sanitaria y las medidas de confinamiento limitaron el tráfico por carretera y salvaron vidas a principios de 2020, según el informe anual publicado el martes por el Foro Internacional de Transportes (FIT).

«El número de accidentes se redujo drásticamente en los primeros meses de 2020 debido, en parte, al confinamiento impuesto en muchos países para frenar la pandemia de covid-19», subraya el FIT, que depende de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Nueva Zelanda registró 80 muertes menos en abril de 2020 que en abril de 2019, Italia 79 menos, Sudáfrica 78, Marruecos 65, y Francia 56. 

Sin embargo, parece que «la disminución del número de muertos no es proporcional a la disminución del tráfico», y «algunos países han registrado un aumento de las velocidades medias y de los accidentes más graves», subraya el FIT.

De los 29 países analizados, sólo Dinamarca, Suecia (que no ha establecido ningún confinamiento) y Holanda han experimentado un ligero aumento del número de muertos en la carretera.

Antes de la pandemia, la mayoría de los países presentes en la base de datos internacional de tráfico de la OCDE ya registraban una disminución del número de muertes por accidentes de tráfico.

El número de muertes disminuyó en promedio 18,3% en 2018 en comparación con el promedio de los tres años anteriores (si se excluye a Estados Unidos, donde el número de muertes ha aumentado).

Eslovenia, Irlanda y Lituania han mejorado considerablemente sus cifras de seguridad vial.

Los tres países más peligrosos de la OCDE (en número de accidentes por cada 100.000 habitantes) fueron en 2018-2019 Sudáfrica, Costa Rica y Colombia.

Más de 1,3 millones de personas mueren cada año en las carreteras de todo el mundo y decenas de millones resultan gravemente heridas.