Esta semana será clave para saber cuál va a ser el perfil que tomará al central sindical de cara al proceso electoral de 2019 así como también para lo que resta de la gestión de Mauricio Macri a cargo del Ejecutivo.

El alto acatamiento y la contundencia del último paro general fortaleció a un triunvirato que parecía estar de salida, con la figura de Pablo Moyano en franco ascenso y con posibilidades de quedarse con el sillón de la calle Azopardo,

De hecho, Gordos e Independientes comienzan a renovar el tendido de puentes con el gobierno para quedarse con el control de la central sindical hasta 2019.

El próximo jueves habrá una nueva reunión de Consejo Directivo y, ante los plazos vencidos, deberá decidir si de manera extraordinaria pone en marcha el proceso de convocatoria para renovar autoridades.  

Puertas adentro de la CGT las posiciones parecen irreconciliables. El sector más dialoguista, encabezado por Héctor Daer, buscará que nada cambie y seguir transitando el camino del dialogo. En tanto, el sector encabezado por Camioneros buscará un cambio no sólo de autoridades sino también de perfil de la central obrera.

La cuestión, que por ahora no parece tener un punto de acuerdo entre los sectores, se pondrá en la mesa de la reunión del Consejo Directivo de la CGT y si es necesario se someterá a votación.

Ambos bandos, por estas horas confían en su suerte y en sumar la cantidad de votos necesarios para imponerse. Lo cierto es que a esta hora aventurar un ganador es arriesgado. La única certeza es la paridad.

El Gobierno no será un mero espectador. La figura de Moyano en ascenso es una preocupación que crece a la par de la decisión de llevar adelante un ajuste cada vez más severo. En ese marco el flamante ministro de Energía, Javier Iguacel, visitará a los gremios del rubro (petroleros, gas, aguas, entre otros) que en líneas generales están a favor de la continuidad del triunvirato, y su par de Trabajo, Jorge Triaca, hará lo propio con el grupo afín al Gobierno que reivindica el sello de 62 Organizaciones.

Las reuniones entre los distintos sectores que pugnan por el poder de la CGT comenzarán la tarde del martes y se sucederán hasta el mismo jueves al mediodía, horas antes de la reunión de Consejo Directivo.