La tensión interna del oficialismo se mantiene en Casa Rosada. Este jueves por la tarde se reunieron los ministros de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y de Desarrollo Social, Juan Zabaleta. El encuentro se produjo luego de la tensión que desató la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura de la bancada oficialista en Diputados.

Si bien no trascendió el contenido del encuentro, fuentes oficiales señalaron que se espera que ambos ministros funcionen como “cancilleres” dentro de la irresuelta interna oficial.

De Pedro es el camporista encargado de tender puentes con los demás sectores. Zabaleta es hombre de confianza de Alberto. Conviven en el gabinete, pero sus organizaciones de base se enfrentan en el territorio de Hurlingham. Y, por lo pronto, son los dos primeros funcionarios que vuelven a contactarse tras el sacudón.

En el albertismo, el enojo con Máximo Kirchner continúa. La lectura que predomina es la eventual intención de limarle poder al presidente, tras el anuncio del acuerdo con el FMI, un momento en el que Alberto Fernández podía lucirse.

Del otro lado de la disputa, insisten en señalar que el objetivo es que la voz de ese sector de la coalición gobernante sea más escuchada en los temas centrales, como el modo en que se abordó la negociación de la deuda con el Fondo.

En tanto, la jugada del diputado Kirchner tuvo este jueves un capítulo de repercusión internacional. La titular del FMI sostuvo que “se debe reconocer los límites del potencial acuerdo para hacer cambios en Argentina en los próximos año, dada la oposición de la parte radical de izquierda de la coalición peronista gobernante en el país”.

Las palabras de Georgieva se producen mientras todavía resuena la fuerte declaración del presidente, Alberto Fernández, quien desde Rusia acusó a Estados Unidos de encorsetar al país y de perjudicar a la economía argentina por su posición dominante dentro del Fondo.

Por ahora, todo indica que la tensión interna continuará.