La renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán, tomó por sorpresa al Frente de Todos. La mayoría de sus dirigentes, en vivo o a la distancia, estaban siguiendo el discurso que la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ofrecía desde Ensenada. Diez minutos antes de las 6 de la tarde recibieron el tuit que mandó el economista junto a su dimisión de siete páginas. Según pudo reconstruir Tiempo, les pasó lo mismo a los referentes de Juntos por el Cambio que estaban prendidos a la televisión para saber cómo evolucionaría la interna abierta del oficialismo tras el discurso de la titular del Senado.

Las disputas discursivas entre los dos Fernández resultaron un ordenador para la mayor coalición opositora. Los principales socios de JxC transitan una interna cada vez más tensa. No logran establecer un mecanismo para definir las precandidaturas que pondrán en juego el año que viene. El mayor elemento unificador no son las coincidencias programáticas entre macristas, radicales y lilitos, sino la crisis del oficialismo y las especulaciones que hacen los dirigentes opositores para ganarle al Frente de Todos en las elecciones de 2023.

En ese contexto, la renuncia de Guzmán no desató euforia. En su lugar disparó una cautela que, al cierre de esta edición, se mueve entre dos cálculos que reflejan el margen de especulaciones de la coalición opositora. Algunos hablan de una debacle acelerada del panperonismo en el poder y otros viejos baqueanos de JxC aseguran que existe una chance de recuperación para el oficialismo que podría sorprender. El punto contrasta con los panegíricos que consumen en las conducciones del PRO, de la UCR y de la CC, donde creen que la fragilidad del gobierno podría derivar en una espiral hiperinflacionaria.

Hasta que Fernández no defina al reemplazante de Guzmán, los influenciadores mediáticos de JxC apostarán por aventar los fantasmas de una crisis difícil de remontar. Ante las consultas de Tiempo, los consultados se justifican. Dicen que aprovechan el margen de tiempo que les concede el gobierno por no haber anunciado un reemplazante de Guzmán este sábado por la noche.

Ahí se juegan los límites discursivos de JxC por estas horas. Algunos de sus dirigentes hablan de la “irresponsabilidad” del gobierno por su internismo irrefrenable, y otros prefieren guardar silencio para no quedar pegados ante una opinión pública que los podría castigar por hacer leña del árbol caído.

Hasta que la partida de Guzmán eclosionó dentro del mayor conglomerado opositor, la principal especulación política de ese espacio giró esta semana en torno a otros rumores que atormentan a su mesa chica. El expresidente Mauricio Macri volvió a alimentar la posibilidad de jugar una candidatura en las elecciones del año próximo. Dicen que cultiva las chances de pelear por “un segundo tiempo” en 2023, pero las señales que lanza no están justificadas en la interna de JxC sino en otro punto que considera ineludible. Cree que CFK está cada vez más cerca de anunciar una eventual candidatura presidencial para el año que viene. Si ella decide pelear por una tercera presidencia, será el punto de partida de Macri para reeditar la máxima polarización con su antagonista favorita en un escenario donde está convencido de las amplias chances que tiene de capitalizar parte de los votantes de la ultraderecha, en un momento donde el diputado de La Libertad Avanza, Javier Milei, afronta una pérdida de intención de voto en las encuestas que entusiasma a una coalición opositora que, desde hace más de un año, no sale de la obsesión de la fuga de votos por derecha que le provoca.

Sobre ese tembladeral, la renuncia de Guzmán aparece desde hace meses como una posibilidad concreta, pero hasta ahora JxC no pudo consensuar una plataforma económica que les permita diferenciarse del escenario planteado por Guzmán con su partida.

Los próximos pronunciamientos opositores dependerán del tiempo que transcurra hasta que Fernández retome la iniciativa y relance su gestión. También creen que podría volver a exhibir una renovada debilidad que profundice el escenario económico. Pero para eso todavía no tienen otra respuesta que el silencio de radio o desensillar hasta que aclare.  «