En el contexto del boicot contra la campaña de vacunación contra el Covid que llevan a cabo tanto la coalición opositora de Juntos por el Cambio como cierto sector de los medios de comunicación dominantes, en esta ocasión intentaron instalar una confusión entre la efectividad de las vacunas que se aplican en Chile y en Argentina. Aunque no lo aclaran, en realidad se trata de dos fórmulas distintas, con diferentes porcentajes de efectividad. En la Argentina se aplica la Sinopharm, que tiene una eficacia del 79,34%, con una dosis. En tanto, la Sinovac, que se aplica en Chile, dispone de una protección del 3% con la primera dosis, y alcanza al 56,5%, tras la segunda aplicación.

Las vacunas autorizadas y que se aplican en el país, hasta el momento, son cuatro: la Sputnik V, del Centro Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología (Rusia), la Covishield, del Serum Institute (India), la Sinopharm, del Beijing Institute of Biological Products (China) y la AstraZeneca, de Astrazeneca-Oxford (Reino Unido).

Según los resultados de los ensayos clínicos preliminares publicados entre diciembre y enero en Brasil, la vacuna creada por el laboratorio chino Sinovac Biotech (cuya vacuna contra el coronavirus se llama CoronaVac y se aplica en Chile, Brasil, Colombia y Uruguay) arrojaba un nivel de eficacia global del 50,38% tras la aplicación de dos dosis.

La Argentina, por su parte, actualmente aplica otra vacuna producida en China, desarrollada por el laboratorio estatal Sinopharm, que provee una inmunización más alta: los resultados del ensayo clínico de fase III para la vacuna Sinopharm mostraron una eficacia del 79,34%, mientras que los participantes del estudio que habían recibido dos dosis produjeron un nivel de anticuerpos contra el virus a una tasa del 99,52%.

La oposición y cierto sector de los medios dominantes intentan instalar una confusión al aludir a las vacunas chinas. “China ahora admite que sus vacunas tienen una baja efectividad”, tituló la edición impresa el diario Clarín, debajo de la noticia de la muerte del periodista Mauro Viale. Sólo en la bajada que se refería a la vacuna Sinovac sin mencionar, a la Sinopharm, que se inocula en Argentina.

«La economía se vuelve a resentir y el gobierno no ayuda a quienes ya sufren la segunda ola de la hiper recesión. Expliquen por qué no compraron la vacuna de Pfizer, pero sí 4 millones de la China, que inmuniza a medias. ¿A esto llaman cuidar a los argentinos?», planteó vía Twitter la presidenta del Pro, Patricia Bullrich.

En este marco, el ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, aclaró a la radio Rock and Pop: «La vacuna Sinopharm no es la misma que la Sinovac. La vacuna china que se aplica en Argentina protege muchísimo más que la vacuna de la que hoy habla China». Por su parte, el canciller Felipe Solá remarcó que la «Argentina compró Sinopharm, que tiene mayor eficacia que Sinovac», y advirtió en Twitter que «no titular claro es meter ruido».

Las críticas a la vacuna de Sinovac surgieron a raíz de las declaraciones del director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, Gao Fu, quien afirmó este sábado que los fármacos del país asiático “no tienen tasas de protección muy altas” y que se está considerando «utilizar diferentes vacunas de distintas líneas técnicas para el proceso de inmunización’’. Posteriormente, Gao Fu sostuvo que sus dichos fueron malinterpretados. “Las tasas de protección de todas las vacunas en el mundo son a veces altas y a veces bajas. Cómo mejorar su eficacia es una cuestión que los científicos de todo el mundo deben considerar. En este sentido, sugiero que podamos considerar ajustar el proceso de vacunación, como el número de dosis e intervalos, y adoptar la vacunación secuencial con diferentes tipos de vacunas”, afirmó posteriormente Fu al Global Times.