Buen gusto marplatense

Las elecciones en EEUU fueron vividas como un apéndice de los comicios locales por varios diputados, legisladores y funcionarios argentinos que llegaron hasta Washington para presenciar de primera mano la contienda entre Donald Trump y Hillary Clinton.

La embajada Argentina en el DC fue el lugar de encuentro por excelencia para los compatriotas invitados por varias ONG y fundaciones. La noche de las elecciones Martín Lousteau ofició de anfitrión en un ágape que, al parecer, tuvo “más invitados que comida”.

Sin embargo, tal como reza una famosísima publicidad noventosa “en las recepciones del embajador siempre hay algo nuevo, de buen gusto internacional”. No se trató de los afamados bocaditos Ferrero Rocher sino que Lousteau agasajó a los visitantes con mini alfajores. “Agradecemos el respaldo de Havanna”, rezaba un cartel ubicado cerca de las canastitas de golosinas que provocó carcajadas entre los argentinos. “¡Monsieur Lousteau, con Havanna nos ha con conquistado!”, habrán pensado algunos. El éxito del buen gusto.

Hasta los furcios sirven para la campaña

Entre sus múltiples actividades, el ex candidato a jefe de gobierno porteño también participó de una charla junto a Silvia Lospennato, diputada por la provincia de Buenos Aires que terminó encabezando la lista de Cambiemos por el renunciamiento de Fernando Niembro.

El ex ministro kirchnerista casi le arruina la fiesta a Horacio Rodríguez Larreta en el balotaje de 2015 y la posibilidad de que encabece una lista por fuera del PRO en la Ciudad el año próximo genera terror en el macrismo.

Ante una nutrida concurrencia Lousteau presentó a Lospennato como diputada por la Ciudad y la legisladora, dirigente de confianza del titular de la Cámara Baja, Emilio Monzó, no dudó en corregirlo.

“Qué raro, es que pienso todo el día en la Ciudad. Es MI distrito”, bromeó el embajador. Teléfono, Horacio.

Deme dos

Fueron varias y variopintas las delegaciones llegaron hasta la capital política de Estados Unidos. Además de seguir voto a voto la pelea por la presidencia, mantuvieron encuentros con funcionarios, participaron de charlas y … se dedicaron intensamente al shopping. “Parece que vinieron a un tour de compras”, comentó algo indignado un dirigente macrista que también fue parte de una de las comitivas.

Según pudo saber Tiempo, la legisladora porteña Claudia Calciano, que responde al “Momo” Gerónimo Venegas, y el Secretario de Asuntos Políticos e Institucionales del Ministerio del Interior, Adrián Pérez, se revelaron como dos compradores compulsivos y dejaron huella en el Pentagon City Mall de Washington. ¿Habrán tenido problemas en la aduana?

La frescura china de Binner

A causa de las elecciones estadounidenses el parlamento argentino no tuvo actividad, pero la sesión de la semana pasada que incluyó la Participación Público Privada y el Presupuesto 2017 dejó a más de un sorprendido.

El larguísimo debate había comenzado al mediodía del miércoles y casi 16 horas más tarde continuaban los discursos. Los rostros que se veían en el pasillo que desemboca en el Salón de los Pasos Perdidos eran de desvelo y cansancio.

Pero desde las escaleras surgió, fresquito como una lechuga, el actual diputado, ex gobernador de Santa Fe y ex candidato presidencial, Hermes Binner.

Se lo veía descansado y con el cabello todavía húmedo de una posible ducha. Un grupito de asesores que charlaba lo miró y el anestesiólogo se dio cuenta.

«Buen día”, los saludó caballerosamente el santafesino y continuó rumbo a su banca.

–¿Buen día nos dijo? Debe pensar que está en China, exclamó uno de los presentes y despertó risas -contenidas- entre sus colegas.

“Rechazado”

Dicen que la política es como los palitos chinos y siempre da revancha. A principios de la gestión macrista la diputada del FPV, Teresa García, le llevó al flamante presidente del bloque del PRO, Nicolás Massot, una nota sobre la distribución de los despachos.

Massot, al que casi todos sus colegas consideran un tanto altanero, recibió el papel. Lo leyó rápido y sin mirar a la legisladora le respondió «recibido». Luego levantó su brazo derecho y abriendo la palma de su mano muy cerca del rostro de la diputada le espetó: «Rechazado».

García tuvo que hacer un esfuerzo para contener la rabia por el maltrato a la que se vio sometida. Nunca olvidó aquel episodio y pensó que las vueltas de la política le iban a dar una revancha.

La semana en que se había caído el tratamiento de la reforma del Ministerio Público Fiscal, que tenía como único objetivo cargarse a la procuradora Alejandra Gils Carbó, el macrismo buscaba con desesperación temas para justificar una sesión.

Encontraron algunos proyectos, pero tenían un inconveniente de tinte disciplinario: no llegaban a horario para conformar quórum. Así que Massot fue a pedir ayuda al FPV para que comience la sesión.

Para su desgracia le dijeron que para eso debía hablar… con Teresa García. El bahiense no se amilanó y fue al encuentro de la legisladora. Cuando el diputado terminó su alocución la diputada lo miró y con cara de poker le dijo: «El quórum es un tema que debe resolver el oficialismo».

El macrista intentó ser simpático y recurrió al argumento institucional de la responsabilidad de realizar las sesiones. «Mire diputado, la sesión es especial porque la solicitó el oficialismo y como ocurrió durante los 12 años que fuimos oficialistas siempre fue nuestra responsabilidad conseguir los 129 diputados para sesionar. Ahora le toca al PRO y son ustedes los que deben, por lo menos, garantizar que sus diputados estén sentados en las bancas», fue la impiadosa respuesta de García.

Massot entendió el mensaje y se despidió con una mueca que pretendió ser una sonrisa. No hizo falta que la diputada levantara su mano y lo despidiera con un “¡Rechazado!”.

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